la parte maldita PATRIC K H AMILTO N C H RIST I A N SA L A B L A NC A Y J OSEFIN A G U IL ISA ST I COLECCI N SOLARI DEL SOL 2021
L A PARTE MALDITA A partir de una lectura dislocada del libro La parte maldita 1949 de Georges Bataille en esta exposici n se aborda la violencia como eje central en las obras de tres artistas El caso de las cajitas de agua 2003 de Josefina Guilisasti El ladrillo 2018 2019 de Patrick Hamilton y Dos piedras 2017 de Christian Salablanca Estas obras son analizadas por Alia Trabucco Nelly Richard Gabriela S enz y Sof a Vindas En sus textos las autoras proponen lecturas y reflexiones que en su conjunto conforman un relato capaz de desmembrar un cuerpo o rediagramar la memoria de la edificaci n neoliberal en un horizonte incierto y espinoso La artista Josefina Guilisasti recoge de la historia un caso policial para elaborar en siete partes un cuerpo cercenado sobre la mesa de una cocina trozos envueltos en paquetes con papel de diario y mantel de hule La homicida es Rosa Fa ndez y en ella se encarna la precarizaci n laboral de una econom a dom stica y marginal que en un sistema patriarcal recae con todo el peso sobre el cuerpo femenino Esas piezas desmembradas de un cuerpo desaparecido fueron arrojadas al r o Mapocho En 2
palabras de Alia Trabucco al mismo r o donde a os despu s seguir n arroj ndose otros cuerpos Sobre una mesa Patrick Hamilton ejecuta una disecci n de archivos para analizar la instalaci n en Chile del modelo neoliberal implementado por los Chicago Boys como otro golpe en dictadura esta vez como una terapia de shock Los fragmentos dispuestos como constelaciones de documentos sobre la mesa dan cuenta de ese golpe que para Nelly Richard deja at nito provocando una desconexi n sensorial y una ruptura del entendimiento en el sujeto y la comunidad Una ruptura que persiste y se proyecta como una sombra hasta el presente En el video de Christian Salablanca el choque de los dos pu os y la reverberaci n del sonido seco de los golpes funciona como una inflexi n entre las obras En este sentido Gabriela S enz y Sof a Vindas se alan que la pieza crea una atm sfera exasperante cargada de frustraci n y de persistencia que evoca experiencias sensoriales y emocionales en la persona que mira El sonido y la imagen activan en nosotros recuerdos violentos la violencia en las calles o la violencia en contra de las mujeres En estas obras la violencia se resiente en el golpe en el trauma en la imagen en el dolor y en su repetici n o persistencia en el tiempo En ellas de manera sonora refractaria o velada de forma frontal oblicua o encubierta se hacen visibles la fragmentaci n y la mutilaci n como consecuencias de la imposici n de un sistema capitalista y neoliberal Y sin embargo son operaciones visuales que muestran los restos reunen las piezas desmembradas para construir con ellas un sentido cr tico y arduo Amalia Cross 3
El ladrillo Instalaci n Fotocopias fotograf as tipo c metacrilato ladrillos refractarios pintura acr lica tableros MDF y base met lica 82 x 610 x 122 cm 2018 2019 Colecci n Solari del Sol
EL LADRI LLO 2 01 8 2 01 9 o bra PATRICK HAM I LTON texto N ELLY RICHARD
REDIAGRAMAR LA M EMORIA DE LA EDI FICACI N N EOLI BERAL 1 La consolidaci n de la dictadura de Pinochet combin el miedo y la persecuci n desplegados por el terrorismo de Estado en contra de los adversarios del r gimen con aquella terapia de shock aplicada por los economistas de la Universidad de Chicago y sus disc pulos chilenos el shock como un golpe que deja at nito provocando una desconexi n sensorial y una ruptura del entendimiento en el sujeto y la comunidad La terapia del shock recomendada por Milton Friedman transform al pa s en el primer laboratorio del neoliberalismo a escala mundial Patrick Hamilton desglosa los archivos de esta edificaci n neoliberal cimentada por el libro que debido a su pesada cantidad de p ginas fue llamado El ladrillo 1973 un libro informe cuya redacci n estuvo a cargo del n cleo de los economistas que se beneficiaron del convenio firmado en 1956 entre la Pontificia Universidad Cat lica de Chile y la Universidad de Chicago Estados Unidos y que de vuelta al pa s se encargaron de dotar 1 Fragmento del texto Memorias del neoliberalismo en Chile pasados presentes y futuros incompletos publicado en el libro CARTA S 5 Tiempos incompletos Madrid Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof a 2020 6
al r gimen militar de una nueva estructura de pol ticas econ micas que Milton Friedman bas en la apertura de los mercados la liberaci n de los precios la baja de impuestos y aranceles la reducci n del gasto p blico la privatizaci n de las empresas estatales etc tera La exhaustiva investigaci n de P Hamilton sobre el neoliberalismo en Chile que aparece documentada en su montaje de archivos recolecta los antecedentes hist ricos de la formulaci n del neoliberalismo comprendida como doctrina econ mica y como proyecto pol tico El material de informaci n reunido por P Hamilton portadas de libros fotograf as y art culos de prensa se distribuye en diez constelaciones cuyas peque as unidades de relato forman una narraci n deliberadamente incompleta una narraci n interrumpida por cortes y recortes que descentran la linealidad explicativa y demostrativa del conjunto realzando la accidentada singularidad de los detalles La inspiraci n benjaminiana de la constelaci n como un montaje de citas sin una direcci n nica de interpretaci n lleva la superficie documental del archivo de P Hamilton a verse entrecortada por una po tica de lo fragmentario que fisura la ilusi n de aquella fundamentaci n absoluta que el dogma neoliberal erige como un bloque imposible de disgregar Los espacios dejados libres entre los distintos materiales del archivo que interrumpen la superficie total de la mesa exhiben las brechas y junturas de un relato de la memoria de la instalaci n neoliberal en Chile que desde estas fisuras cr ticas atenta contra la totalidad como postulado indesmontable Estas constelaciones de archivos de P Hamilton que dispersan en la mesa la unicidad de un sistema jer rquico de lectura dejan que se asome en medio de lo que el r gimen de Augusto Pinochet defendi como avance modernizador la otra cara del milagro neoliberal que sumergi a Chile en la extrema 7
pobreza y el desempleo tal como lo recuerda la informaci n sobre el POJH Programa Ocupacional para Jefes de Hogar y del PEM Programa de Empleo M nimo como programas que en los a os ochenta le dieron a la poblaci n cesante sueldos de migajas a cambio de ocupaciones infralaborales creadas para disfrazar las estad sticas de la miseria Tambi n aparecen las im genes de las protestas populares que a partir de 1983 organizaron la rebeli n de los pobladores en territorios urbanos de autodefensa cercados por el fuego de las barricadas La puesta en contraste de estos dos rostros del neoliberalismo un anverso de enriquecimiento empresarial debido al fortalecimiento del mercado y un reverso de falta de protecci n social por culpa del severo desmantelamiento del Estado abre intersticios de sentido entre los distintos planos de la instalaci n para que el juego entre proximidades y distancias entre uniones y separaciones evite la sutura narrativa de un final predise ado La instalaci n de P Hamilton exalta una dial ctica del espacio que junto con exhibir disociaciones y contradicciones de planos libera zonas de entremedio para refutar cualquier esquema de interpretaci n lineal de una totalidad completada de relato La obra de P Hamilton pone a trabajar una memoria arqueol gica del neoliberalismo en Chile que escarba en el pasado de la dictadura subrayando la continuidad de aquellas sombras del pasado que se proyectan amenazantemente sobre el presente internacional En medio de la documentaci n recolectada figura la imagen del precandidato presidencial que hoy representa a la ultraderecha en Chile Jos Antonio Kast regal ndole en diciembre 2018 al actual presidente de Brasil Jair Bolsonaro admirador declarado de Augusto Pinochet el mismo libro El ladrillo que cement el neoliberalismo en Chile como base inspiradora del modelo pol tico econ mico a seguir El ir y venir de 8
estas im genes que entrelazan el ayer Pinochet y los Chicago Boys con el hoy Bolsonaro como ejemplo latinoamericano del resurgimiento de la extrema derecha en el mundo habilita la memoria cr tica para identificar la persistencia subterr nea de aquellas fuerzas oscuras de la dominaci n pol tica y econ mica que la izquierda cre a haber conjurado unas fuerzas que se reescriben hoy con asombrosos y peligrosos guiones que mezclan heterodoxamente el conservadurismo el neoliberalismo y el nacionalismo Los materiales repartidos en la mesa de la instalaci n de P Hamilton est n te idos de rojo como si la sala de exposici n fuese un cuarto oscuro el laboratorio fotogr fico del que emergen papeles sensibles usados en la fijaci n y revelado de las im genes Es como si estos papeles sensibles estuviesen aguardando el momento de revelaci n cr tica de c mo Chile fue capaz de pasar del experimento socialista la Unidad Popular al laboratorio de pruebas la contrarrevoluci n neoliberal de la dictadura cuyas medidas extremas acondicionaron el pa s derrotando la oposici n pol tica y liquidando los sindicatos para que ninguna influencia contraria obstruyera la integraci n de Chile al hiperdesarrollo del capitalismo global Pero el rojo no es solo el indicio crom tico de una imagen a oscuras que espera ser develada y revelada La alta temperatura del rojo funciona tambi n como transmisora cal rica de solidarias energ as de rescate que se oponen a la dominante neoliberal Al revestir el objeto ladrillo de una pintura roja y negra que convoca la memoria hist rica del anarcosindicalismo P Hamilton trae a escena la reminiscencia obrera del valor de la mano de obra y de su fuerza de trabajo La valencia crom tica del rojo y negro de esta memoria sindicalista que recubre el objeto ladrillo sirve de recordatorio hist rico para delatar lo 9
que hoy representa el objeto ladrillo en el mundo del trabajo bajo regulaci n neoliberal ya no la construcci n de edificios para mejorar prioritariamente la vivienda popular sino el trabajo precarizado de los migrantes y la especulaci n inmobiliaria como manifestaciones de un capitalismo cuyas burbujas especulativas aumentan las ganancias de quienes concentran la mayor riqueza a espaldas de quienes contin an sufriendo la desposesi n en una sociedad que administra las privaciones a fuerza de recortes y ajustes fiscales Las l neas trazadas por las acumulaciones de ladrillos en la mesa de la instalaci n de P Hamilton parecen ser algunas unos muros a medio levantar como si los ladrillos se alaran un edificio en construcci n el edificio neoliberal que refina cada vez m s sus maquinarias de despeje de todo lo que encuentra en su camino para seguir avanzando en su progresi n hegem nica y otras unos muros semica dos que evocan la ruina como vestigio aleg rico de una totalidad vuelta escombro una totalidad de cuyos desechos surgir n nuevas fuerzas de oposici n y resistencia motivadas por una imaginaci n cr tica del arte y la pol tica que renace de lo ca do Por algo la obra de P Hamilton usa como recurso expositivo un ordenamiento geom trico que cita al constructivismo ruso como aquella vanguardia hist rica que apost a la politizaci n del arte mediante la revoluci n materialista de la forma Siendo el material que usa P Hamilton en su instalaci n un ladrillo refractario la obra nos invita a extender metaf ricamente esta refractariedad objetual y sem ntica al trabajo entero con la memoria un trabajo que se ejerce aqu como desv o resistencia y negatividad un trabajo de la memoria que rediagrama los archivos del neoliberalismo en Chile con sus horizontales y verticales de planos entrecortados y sobre todo 10
con los segmentos inclinados de diagonales que convierten a la oblicuidad en un recurso cr tico de desalineaci n de los ngulos fijos de visi n y lectura Nelly Richard 11
misi n como la de elaborar una idente Friedrich Hayek defini su cuna del neoliberalismo su pres Lem n en Suiza Considerada la fundada en abril de 1947 en el lago La Sociedad Mont Pelerin fue los Estados Unidos Los prim el Desarrollo del Gobierno de la Agencia Internacional para como parte de un programa de Chile y la Universidad de Chicago entre la Universidad Cat lica de En 1956 se firma el convenio da a someter el cuerpo social al una terapia del shock destina junto con la implementaci n de tores al r gimen militar ocurri tortura y muerte de los oposi liberal donde la persecuci n una verdadera revoluci n neo El Golpe Militar de 1973 supuso Jos Toribio Merino El Ladrillo Jefe de la Armada el almirante que fuera luego Comandante en Boys chilenos a instancia del fue escrito por varios Chicago militar chileno Su programa pol tica econ mica del gobierno que condensa las bases de la El Ladrillo es un libro informe shock y no medidas graduales a la soluci n era una terapia de frente a una econom a enferma le recomienda a Pinochet que En aquella reuni n Friedman re ne con Augusto Pinochet Chile El viernes 21 de Marzo se diente del Banco Hipotecario de de Estudios Econ micos depen Chile invitado por la Fundaci n En 1975 Milton Friedman visita 5 filosof a de la libertad que fuera eros alumnos chilenos Sergio desenfreno de un capitalismo se convirti despu s de 1973 pesar de los costos sociales que 4 una alternativa a las dominantes de Castro Ernesto Fontaine salvaje En palabras de Milton en la hoja de ruta de la radical 3 ideas colectivistas de cu o Rolf L ders entre otros fueron Friedman el chileno se trata del 2 Keynesiano La Sociedad Mont alumnos destacados de Milton 1 Pelerin traspas su ense anza dichas medidas pudieran tener encabezada por la dictadura transformaci n econ mica e que el avance hacia el comunis c vico militar ideol gica de la sociedad chilena mo daba paso a un avance hacia primer caso en el mundo en acad micos en Universidades y el libre mercado Friedman y Arnold Harberger Centros de estudio que reparti a facultades y departamentos dos por el mundo promovieron las ideas neoliberales Entre el 15 y el 19 de noviembre de 1981 se celebro un encuentro de la Sociedad Mont Pelerin en la ciudad de Vi a del Mar Chile
Econom a Miner a de Interior y en el Banco Central de Chile Sergio de Castro primero como Ministro de Econom a y luego desde la cartera de Hacienda lider las severas medidas de ajuste econ mico todas ellas respaldadas desde las p ginas econ micas del peri dico El Mercurio empresas estatales liberalizar el sistema de precios eliminar los aranceles de importaci n modificar la legislaci n laboral operar una reforma tributaria etc como medidas tendientes a desmantelar el Estado y for talecer el Mercado instaurando un r gimen individualista de competencias y maximizaci n 9 10 cas y civiles Los Chicago Boys est por sobre las libertades pol ti neoliberal la libertad econ mica es sabido que para la ideolog a que un juego de palabras ya que de Milton Friedman no es m s reza el t tulo del famoso libro co Capitalismo y libertad como posible en un r gimen democr ti impuesta en Chile no hubiera sido la terapia de shock econ mico verdad asentada el hecho de que en el autoritarismo es ya una La escuela de Chicago florece por la dictadura de Pinochet cia el modelo chileno implantado p blicamente su admiraci n ha Escuela de Chicago ha declarado Guedes tambi n graduado en la cuyo Ministro de Econom a Paulo bierno de Jair Bolsonaro en Brasil de fuente inspiradora al actual go pol ticas neoliberales le sirven hoy de capitalismo intensivo cuyas para Jefes de Hogar POJH Programa de Ocupaci n grama de empleo denominado de cesant a con el precario pro intenta paliar parte de la crisis de la poblaci n La dictadura han empobrecido a gran parte y sus medidas econ micas que el r gimen autoritario de Pinochet el pueblo de Chile se rebela contra Silenciado por casi una d cada las manifestaciones y protestas 1982 en Chile marc el inicio de La gran crisis econ mica de inauguraron desde Chile un ciclo 8 del lucro completamente irregulares irrisorios y bajo procedimientos gran mayor a vendidas a precios Chile entre 1973 y 1990 en su estatales fueron privatizadas en silenciosa M s de 700 empresas denomin como la revoluci n formaciones que Joaqu n Lav n emprendieron una serie de trans os en econom a y desde ese lugar declaraban como meros t cnic lo pol tico los Chicago Boys se neoliberal en su desprecio por Concordante con la ideolog a de las utilidades en una sociedad Hacienda los reducir el gasto fiscal privatizar de asumieron puestos claves en eral de la dictadura implic ministerios de Pinochet los Chicago Boys articula el programa neolib 7 por la dictadura Amparados 6 El modelo de Chicago que
Dos piedras Video full color 10 minutos 2017 Colecci n Sergio Parra
DOS PI EDRAS 2017 o bra CH RISTIAN SALABLANCA texto GABRI ELA S ENZ SH ELBY SOF A VI N DAS SOLANO
HORIZONTE ESPI NOSO 1 La desconfianza y la violencia adquieren otras coordenadas en el video Dos piedras de Christian Salablanca Esta pieza nos plantea un desaf o mostrando la imagen de dos pu os en un primer plano que se golpean o chocan fuertemente de forma repetida y continua Iluminados de forma dram tica sobre un fondo oscuro cada choque emite un perturbador sonido seco que asemeja a la colisi n de dos piedras El detonador de la acci n es un gesto popular de saludo de calle Por un lado el artista intenta remitir al signo de la amistad de saludo entre dos personas al mismo tiempo que ese choque evoca en el artista recuerdos violentos La construcci n de la imagen en este video parte de acontecimientos y memorias ntimas de Salablanca sobre la violencia urbana y las circunstancias verbales y no verbales de la vida en la calle La repetici n es el elemento que caracteriza a Dos piedras Mediante recursos visuales y sonoros la pieza crea una atm sfera exasperante cargada de frustraci n y de persistencia que evoca experiencias sensoriales y emocionales 1 Fragmento del texto publicado en el cat logo de la exposici n Horizonte espinoso San Jos de Costa Rica Museo de Arte y Dise o Contempor neo MADC 2021 22
en la persona que mira siendo el cuerpo un veh culo para lo que interesa comunicar al artista ese choque continuo nos lleva a un estado emocional comprometido que puede tornarse doloroso y que se acent a conforme se prolonga la repetici n La pieza no propone una narraci n ni hay un desenlace no sabemos lo que pasa pero intuimos la presencia violenta de enigmas ocultos Gabriela S enz Shelby y Sof a Vindas Solano 23
El caso de las cajitas de agua Fotograf a 2003 2021 Colecci n Solari del Sol
EL CASO DE LAS CAJ ITAS DE AGUA 2003 o bra JOSEFI NA GUI LISASTI texto ALIA TRABUCCO
DESM EM BRAR UN CUERPO REM EM BRAR UN PA S Esta ciudad esta fundada sobre un crimen Christa Wolf Medea1 Corre el a o 1923 pleno invierno en Santiago de Chile El caudal del Mapocho crecido por las abundantes lluvias de junio refleja en su superficie el gris siniestro de las nubes A la vera del r o Ismael Gatica funcionario de la municipalidad limpia las alcantarillas de la ciudad llamadas popularmente cajitas de agua Frente a una de ellas de golpe se detiene Hay algo extra o un objeto atascado El hombre se acerca se acuclilla y con ambas manos rasga los papeles de diario que envuelven el paquete Entonces espantado corre a la comisar a m s cercana Ha encontrado la pierna de un hombre y su hallazgo da inicio al c lebre caso de las cajitas de agua uno de los m s recordados en la historia criminal del pa s A su descubrimiento siguen otros el tronco la pierna derecha la cabeza de la v ctima todos desperdigados en distintas zonas de la capital Sin embargo la identidad del sujeto es un misterio durante d as El cuerpo ha de ser de un 1 Christa Wolf Medea Buenos Aires Cuenco de plata 2015 143 28
desaparecido declara a la prensa un uniformado en una frase que trazar a medio siglo despu s inesperadas conexiones con los desaparecidos de la dictadura de Pinochet Tras una semana de investigaci n y ante la imposibilidad de identificar el cuerpo se abren las puertas de la morgue a los quinientos mil habitantes de la ciudad La romer a afuera es interminable hombres mujeres ancianos y ni os hacen turno para inspeccionar los trozos del enigm tico cad ver en una exhibici n con extra os tintes de museo o galer a Finalmente esa apertura da lugar a una pista un hombre asocia el cuerpo a la misteriosa ausencia de su colega el suplementero Efra n Santander Pero el hallazgo m s inesperado todav a est por venir la autora del crimen hab a sido una mujer la tambi n suplementera Rosa Fa ndez Corre el a o 2003 primavera en Santiago El caudal del Mapocho ha crecido por los deshielos de la cordillera A cientos de kil metros de distancia en la ciudad de Nueva York las puertas de la galer a Backyard se abren y los espectadores se enfrentan a una puesta en escena poco habitual Sobre las paredes blancas siete fotograf as a color semicubiertas por una cortina verde y aterciopelada sugieren un inquietante relato Los espectadores pueden descorrer o no la cortina Pueden ver o no ver Pero si no las abren no podr n saber lo que ocultan esas im genes Se trata de fotograf as de bultos de distintas dimensiones unos ovalados otros alargados todos envueltos en papel recubiertos por un pl stico transparente y acomodados dentro de cajas de color blanco La obra se llama El caso de las cajitas de agua y su autora es la artista chilena Josefina Guilisasti Pleno verano en Santiago corre ahora el a o 2015 El caudal del Mapocho no es m s que un angosto hilo marr n Quiltros callejeros deambulan por la vera del r o sedientos Las calles se vuelven escenario de protestas cada vez m s frecuentes y masivas Estudiantes Feministas Jubilados Ecologistas Se 29
habla de desigualdad de descontento de un cisma del modelo neoliberal pero faltan a n varios a os para que la crisis toque fondo Al mismo tiempo en el Centro de las Artes 660 y bajo el t tulo Grado cero se repone la obra El caso de las cajitas de agua El desmembramiento de un cuerpo de pronto anticipa la escisi n del pa s A o 2021 otra vez verano en Santiago En una inquietante reminiscencia el r o Mapocho vuelve a ser escenario de violencia estatal Desde el puente P o Nono apenas unas semanas antes del A o Nuevo un funcionario de la polic a arremete contra un manifestante y lo arroja al cauce casi seco del r o La imagen del cuerpo boca abajo sobre el hilo de agua da la vuelta al mundo mientras otras im genes las montadas y capturadas por Josefina Guilisasti reaparecen meses despu s en Il Posto esta vez en di logo con las obras El ladrillo de Patrick Hamilton y Dos piedras de Christian Salablanca Las puertas de la galer a abren y cierran producto de la pandemia Desde nuestras casas frente al computador las fotograf as de Guilisasti quedan sometidas a un nuevo marco El cuerpo desmembrado vuelve a ingresar al espacio dom stico precisamente donde se inici el caso en 1923 La obra una vez m s interpela e interpreta el momento pol tico Qu encarnan ahora esos fragmentos Qu divide el Mapocho en la ciudad Qu cuerpos habitan el cauce del r o El crimen cometido por Rosa Fa ndez quedar a inscrito en la memoria nacional2 El modo en que aparecieron los fragmentos del cad ver el misterio en torno a la identidad del cuerpo c mo fue exhibido en la morgue la revelaci n sobre la autor a de una mujer y el simbolismo del r o como cicatriz de una 2 Para un an lisis m s completo del caso de Rosa Fa ndez ver Alia Trabucco Zer n Las homicidas Santiago Lumen 2019 30
ciudad herida caus que cronistas de la altura de Rene Vergara y que la insistente prensa roja volvieran a este asesinato como a un inquietante origen cada vez que en Chile se perpetrara un desmembramiento As ocurri con el hallazgo de fragmentos corporales en el r o Mapocho en 1973 y tambi n suceder a con el descuartizamiento de Hans Pozo en el a o 2006 En ambas ocasiones la prensa publico detalladas genealog as sobre el descuartizamiento que inevitablemente condujeron al caso de las cajitas de agua Sin embargo el crimen cometido por Rosa Fa ndez pese a ser citado por la prensa en m s de una ocasi n no encontr un cauce en las producciones art sticas de inicios del siglo veinte Los ecos est ticos del crimen quedaron latentes hasta que el posmodernismo y su giro hacia la abyecci n hasta que el neoliberalismo y su desmembramiento social permitieron una nueva detonaci n est tica que esta vez si encontr su cauce m s all del r o Debieron pasar casi setenta a os la dictadura m s sangrienta de la historia de Chile y la imposici n de un modelo neoliberal que desarticulo socialmente al pa s para que el caso del descuartizado hallara su tiempo o tal vez los tiempos hallaran su caso El escenario del crimen se restituir a en 1992 en la obra Historia de la sangre del Teatro La Memoria y posteriormente en el 2003 2015 y en la actual reposici n de la obra de Josefina Guilisasti cuando este asesinato emergi una vez m s como un hito profundamente evocativo Y es que la compleja interacci n simb lica entre el cuerpo individual y el colectivo entre el crimen y la audiencia sumada a las connotaciones est ticas del cuerpo fragmentado y a su profundo anclaje en la abyecci n le hablaron de cara al Chile de la posdictadura Si la obra de teatro en 1992 ilumin una zona de exclusi n y cuestion en palabras de Nelly Richard el ideal reconciliatorio del consenso como modo de integraci n forzada de lo pol ticamente escindido de 31
lo socialmente desintegrado 3 la obra de Guilisasti servir a como una met fora de la fragmentaci n de Chile y para articular cuestiones de g nero ausentes en otras relecturas del crimen Formada en la Universidad de Chile Josefina Guilisasti ha desarrollado en su prol fica obra una profunda reflexi n sobre los mandatos de la pintura y la fotograf a y los l mites de la representaci n El caso de las cajitas de agua se inscribe precisamente en esta l nea de trabajo La obra revela sucesivas etapas de producci n la creaci n de los paquetes su envoltura y su instalaci n al interior de cajas de madera la fotograf a de estas cajas y del objeto que contienen el montaje de estas fotograf as en id nticos marcos de madera y el a adido de cortinajes oscuros y gruesos colgados de rieles dorados La instalaci n propone un di logo con el g nero de la naturaleza muerta hist ricamente considerado menor confinado a la cotidianeidad y al espacio dom stico y que Josefina Guilisasti retoma para trabajar la representaci n y la des ilusio n4 Varios elementos de la obra permiten explorar su v nculo con este g nero El uso de la cortina en boga en el arte flamenco del siglo diecisiete funciona como referencia hist rica a la naturaleza muerta pero tambi n cumple con un objetivo concreto provocar en los asistentes espectadores la ilusi n de estar ingresando con la mirada a un espacio tridimensional a una caja ventana que encontrar n al descorrer la cortina Sin embargo al otro lado de la cortina no hay una caja ni una ventana Parece ser una caja pero se trata de la fotograf a de una caja capturada de tal modo que sus sombras coinciden con el marco produciendo as la ilusi n de estar frente a un objeto tridimensional Aqu radica una segunda cita al g nero 3 Nelly Richard Cri tica de la memoria Santiago Ediciones Universidad Diego Portales 2010 17 4 Pablo Chiuminatto Un paisaje referencial en Josefina Guilisasti Pinturas Santiago NeoOils 2005 56 71 32
el trompe l oeil donde se acent a el realismo al punto de generar el efecto de estar frente a un objeto real y no a uno representado Otra cita de car cter referencial es la superficie sobre la que se encuentran los paquetes cajas o aparentes cajas alusivas a una mesa elemento clave en la naturaleza muerta y que Guilisasti emplea en varias de sus obras En El caso de las cajitas de agua la mesa produce un efecto de extra amiento debido al objeto que sostiene ya no una olla una fuente un canasto o una fruta sino un paquete informe alusivo a un crimen cometido sobre otra mesa Si la naturaleza muerta supon a una reflexi n en palabras de Norman Byron sobre la vida de la mesa un retrato de lo dom stico del acto cotidiano de comer y beber en la instalaci n de Guilisasti la mesa es ignorada como espacio de nutrici n e interrogada como signo trivial de lo dom stico cuestionando as la frontera entre lo insignificante y lo excepcional a trav s de la cita a un hito criminal del siglo veinte ocurrido nada menos que en la esfera privada de una cocina com n en la superficie de una mesa cualquiera5 El uso de la fotograf a en tanto aunque dista de la t cnica empleada en un g nero t picamente pict rico no es casual La obra al emplear un medio supuestamente m s cercano a lo real revela las trampas de esa aparente cercan a e ironiza con el deseo imitativo de la naturaleza muerta Y para acentuar el efecto de realidad la artista agrega una cortina una tela real que vela por segunda vez los paquetes6 De este modo Guilisasti retira dos veces el objeto 5 Norman Bryson Looking at the Overlooked Four Essays on Still Life Painting Cambridge Harvard University Press 1990 cap 4 Still Life and Feminine Space 143 144 6 Pablo Chiuminatto recuerda en su texto sobre Guilisasti una ce lebre leyenda narrada por Plinio en su Historia natural una competencia de pintores donde venceri a aquel que lograra engan ar mejor Segu n esta historia uno de los artistas Zeuxis pinto un racimo de uvas tan perfecto tan real que las aves se acercaron a picotear el fruto Pero enseguida Parasio su contendor presento la pintura de una cortina una cortina tan real que el propio Zeuxis le pidio que la descorriera para asi ver la verdadera pintura Guilisasti en su obra desplaza la pintura y la reemplaza por la fotografi a un medio supuestamente ma s cercano a lo real pero que en este caso revela las trampas de esa supuesta cercani a 33
representado en una sucesi n de apariencias que invita a una reflexi n sobre la historia de la representaci n el v nculo entre el arte y la realidad y la relaci n entre presencia y ausencia Pero la densidad de las referencias no termina all El contenido de los paquetes fotografiados en las ant podas de lo ocurrido durante el seguimiento period stico del caso de Rosa Fau ndez esta velado en la obra de Guilisasti Se alude a los fragmentos corporales en el nombre y la descripci n de la instalaci n pero los miembros no son visibles Y esta ausencia es tambi n una cita a un rasgo clave de la naturaleza muerta el retiro de lo humano la alteraci n del punto de vista pict rico donde la perspectiva dominante deja de ser la mirada del individuo sobre el mundo y pasa a ser un mundo de objetos que usurpan el campo visual y parecen devolvernos la mirada7 Adem s de estas dimensiones referenciales Guilisasti se relaciona con otro tema clave del arte contempor neo la abyecci n El cuerpo postmoderno se ala Linda Nochlin es concebido nicamente como un cuerpo fragmentado la propia noci n de un cuerpo de un g nero definido y nico es considerada sospechosa 8 Este es un giro que Guilisasti parece simult neamente aludir y eludir Pese a la operaci n de ocultamiento ejercida sobre los supuestos fragmentos corporales el nombre de la instalaci n y su referencia al asesinato de Efra n Santander invocan la presencia de un cad ver Y un cad ver aunque velado mantiene su abyecci n como perteneciente a una zona intermedia no objeto no sujeto Guilisasti explora precisamente esta frontera Su obra evoca los fragmentos de un cuerpo pero en lugar de representarlos directamente los oculta Y el ocultamiento cumple 7 Bryson Looking at the Overlooked Four Essays on Still Life Painting Cambridge Harvard University Press 1990 cap 4 Still Life and Feminine Space 143 144 8 Linda Nochlin The Body in Pieces The Fragment as a Metaphor of Modernity Londres Thames and Hudson 1994 57 34
un papel crucial en la obra La materialidad de la envoltura as lo indica El pl stico de cierto grosor y opacidad t ctil como lo eran las propias naturalezas muertas pero menos prolijo y trasl cido que el vidrio cristal o espejo propios del g nero evoca una membrana una frontera entre lo interior y lo exterior lo visible y lo invisible Pero el juego de visibilidades no se detiene all Si Rosa Fau ndez tras estrangular a su marido hab a cubierto con un pa uelo la cara de Efrai n Santander para no enfrentar su mirada esa mirada tambi n fronteriza presente y ausente caracter stica de un cad ver y luego en la morgue se hab a negado por segunda vez a identificar los fragmentos del cuerpo en el montaje de Guilisasti ya no es necesario cerrar los ojos pues es el mism simo objeto el que se cubre Los fragmentos son retirados de la vista volviendo as todo paquete toda envoltura todo acto de ocultaci n una se al de la amenazadora presencia de lo abyecto Esta alusi n a la abyecci n va acompa ada de una elusi n Guilisasti parece defraudar las expectativas de un arte anclado en lo abyecto una corriente que regresa al cuerpo como algo fragmentario residual y en descomposici n En otras palabras Guilisasti se aleja de lo que Rosalind Krauss ha llamado la insistencia en la abyecci n como modo de expresi n 9 Muestra sin mostrar forzando a una reflexi n sobre aquello que los asistentes a la obra proyectan en la imagen velada El retiro visual del cuerpo y su reemplazo por paquetes limpios e informes sin una gota de sangre que tampoco indican claramente una correspondencia con las distintas extremidades corporales parece plantearse cr ticamente en relaci n al giro contempor neo que Paul Virilio ha bautizado como el conformismo de la abyecci n una desensibilizacio n derivada del exceso un vaciamiento de las im genes 9 Rosalind Krauss Formless A Users Guide Cambridge MIT Press 1997 237 35
violentas que habr a producido un sinsentido un sucumbir conformista en el arte10 La operaci n de Guilisasti se separa de esta corriente Al retirar el cuerpo desmembrado de la escena visual la artista propone una pregunta si aquello que proyectamos al interior de esos paquetes no es tambi n otro tropiezo del ojo Otra trampa de la representaci n Rosalind Krauss en una brillante cr tica a los usos de la teor a de la abyecci n en el arte contempor neo afirma que en las ltimas d cadas del siglo veinte se habr a producido una problem tica asociaci n entre lo abyecto y las diversas formas de la herida Y plantea que incluso en aquellos casos en que el sujeto femenino no esta claramente en la escena este ser a siempre el sujeto herido victimizado traumatizado y marginalizado en esta corriente Su cr tica anclada en una relectura de Julia Kristeva a quien acusa de fetichizar lo semi tico resulta sugerente en este caso Guilisasti retira de la escena cualquier referencia al sexo del cuerpo hecho pedazos aspecto que hab a sido determinante en el crimen citado por la artista Su operaci n es provocadora Al obliterar toda marca de g nero por medio de las envolturas de papel y de pl stico Guilisasti parece negar la fetichizaci n del cuerpo y su supuesta vinculaci n a lo femenino Sin embargo si Krauss esta en lo correcto e incluso en aquellos casos en que el sujeto femenino no esta en escena se le alude como cuerpo herido como locus de la herida la operaci n de Guilisasti ser a m s ambigua en tanto retira un cuerpo de sexo masculino y lo indetermina El ocultamiento as no garantizar a la ruptura del problem tico v nculo entre lo femenino y lo herido Sin embargo debido a la densidad referencial de la obra de Guilisasti quien una y otra vez invita a cuestionar el significado del propio 10 Citado por Glen Close Corpse Photography in Roberto Bolan o s Estrella distante and Cristina Rivera Garza s Nadie me vera llorar Bulletin of Spanish Studies 91 4 2014 595 616 36
acto representacional esta conexi n entre lo femenino y lo herido est sujeta a un signo de interrogaci n Si se suma a esto que la referencia directa de la obra era nada menos que el asesinato de Efrai n Santander un sujeto masculino perteneciente a las clases populares el velo en la obra de Guilisasti se extiende a ese sujeto masculino Esta eventual sustituci n del lugar de la herida propone una nueva interrogaci n sobre la representabilidad del sujeto masculino popular y las implicancias contempor neas del acto de invisibilizar de cubrir velar no ver a un otro devenido abyecto en el nuevo contexto neoliberal y m s a n en el presente de radical crisis de ese modelo Esa posibilidad expresada como latencia en la ambig edad del sexo del sujeto fragmentado exalta el poder evocativo de El caso de las cajitas de agua Lo visible y lo oculto lo real y lo representado est n en constante tensi n en la obra Guilisasti se instala en una zona autorreferencial de la pr ctica art stica un terreno que le permite simult neamente practicar y cuestionar el g nero de la naturaleza muerta dando cuenta de sus l mites de sus zonas de indeterminaci n de sus operaciones de montaje y desmontaje Guilisasti reedita el trompe l oeil propio del g nero pero no pretende realmente enga ar La artista busca seg n el cr tico Pablo Chiuminatto generar una reflexi n sobre la experiencia art stica como desengan o Una exploraci n de los mecanismos de articulaci n de las apariencias 11 Este punto es particularmente fascinante en su obra Si la serie de apariencias fotograf as que parecen tridimensionales cajas que parecen ser mesas paquetes que parecen ser miembros invita a reflexionar sobre las trampas de la representaci n en el arte la referencia a un crimen cometido por una mujer calificada 11 Pablo Chiuminatto Un paisaje referencial Josefina Guilisasti Pinturas Santiago NeoOils 2005 56 71 37
por la prensa de la poca como masculina una falsa mujer permite tambi n pensar en los mecanismos de articulaci n de las apariencias cuando la sociedad se ve enfrentada a la violencia femenina El caso de las cajitas de agua de Josefina Guilisasti no solo tensiona la relaci n entre arte y realidad Propone tambi n una sofisticada cr tica a las trampas de la representaci n en materia de g nero mucho ma s all de la esfera del arte El tropiezo acerca del g nero del cad ver se vuelve a n m s significativo en un contexto en que el feminismo se ha encargado de visibilizar una y otra vez las dimensiones de la violencia machista que tiene por resultado decenas de mujeres asesinadas As en un curioso efecto el propio feminismo repone la asociaci n cad ver mujer pero ya no en clave de fetichizaci n sino de denuncia mientras que la asociaci n cad ver hombre casi cien a os despu s de ocurrido el crimen remite a una masculinidad a su vez fracturada en divisiones artificiales como mente cuerpo racional emocional que han producido masculinidades definidas por la violencia y marcadas por esa escisi n En esta reposici n de la obra de Josefina Guilisasti exhibida en conjunto con las obras de Patrick Hamilton y Christian Salablanca se acent a por ltimo la met fora de un territorio fragmentado de un cuerpo social des compuesto tras cuatro d cadas de pol ticas de precarizaci n neoliberal que desarticularon el tejido social del pa s Y su vigencia solo crece tras la revuelta social del 2019 Esta por un lado evidenci esa fractura y por otro inici un proceso de rearticulaci n pol tica y social adormecido durante d cadas y que ha tenido en el feminismo uno de sus principales motores de reconfiguraci n La obra as propone una reflexi n sobre lo marginalizado lo desmembrado por esa idea transparente y fr a de pa s que intent imponerse en el Chile que busc en el iceberg su m s precisa met fora en el Pabell n de Chile en la Exposici n 38
Universal de 1992 en Sevilla12 El iceberg representaba el estreno en sociedad del Chile Nuevo limpiado sanitizado purificado por la larga traves a del mar En el iceberg no hab a huella alguna de sangre de desaparecidos No estaba ni la sombra de Pinochet Era como si Chile acabara de nacer escribi el soci logo Toma s Moulian tras la muestra de Sevilla donde Chile fuera representado por un inmenso trozo de hielo ant rtico13 Pero el iceberg desde luego era solo la parte visible apenas la punta de una masa informe que se mantendr a bajo el agua durante varias d cadas m s Era en s mismo un fragmento un trozo que develaba una operaci n de ocultamiento y cinismo que finalmente resultar a fallida Chile buscaba blanquearse simb licamente pero tal blanqueamiento no ser a posible y solo propiciar a la reemergencia de lo escindido lo fragmentado con a n m s vehemencia Y en este contexto el de la emergencia de lo sumergido El caso de las cajitas de agua reedita las cr ticas sumergidas a un modelo de pa s La obra excede una lectura limitada a la conjura del trauma dictatorial apuntando con su serie de violencias inacabadas con su serie informe de fragmentos al fr o futuro anunciado por el iceberg y reposicionando en el presente y de cara a un futuro incierto una pregunta clave si ser posible o no remembrar el pa s Alia Trabucco 12 Toma s Moulian Chile actual Anatomi a de un mito Santiago LOM Ediciones 1997 21 13 El iceberg anta rtico que se expondra en la Expo 92 levanta una fuerte pole mica en Chile El Pai s 28 de noviembre de 1991 acceso el 13 de diciembre de 2017 http elpais com diario 1991 11 28 sociedad 691282803_850215 html 39
EL CASO DE LAS CAJ ITAS DE AGUA
JOSEFI NA GUI LISASTI
PATRICK HAM I LTON LOVAI NA B LGICA 1974 Patrick Hamilton es licenciado en artes por la Universidad de Chile En 2007 recibi la Beca Guggenheim otorgada por la John Simon Guggenheim Memorial Foundation de Nueva York En el a o 2006 realiz una residencia en el International Studio Curatorial Program ISCP de Nueva York Su trabajo ha sido exhibido en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Latinoam rica Estados Unidos y Europa en instituciones como Centro de Cultura Contempor nea Condeduque Madrid 2021 Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof a Madrid 2019 Museo de Arte Arquitectura e Tecnolog a Lisboa 2019 Fundaci n DIDAC Santiago de Compostela 2019 DKM Museum Duisburgo 2018 Fundaci n Pastificio Cerere Roma 2017 Centro de Arte Contempor neo Wilfredo Lam La Habana 2016 Auckland Art Gallery Auckland 2016 Centro de Arte La Conservera Murcia 2015 Centro Cultural S o Paulo 2015 The Bronx Museum of the Arts Nueva York 2014 Centre for Contemporary Art Ujazdowski Castle Varsovia 2014 FLORA Ars Natura Bogot 2014 Centro Cultural Matucana 100 Santiago 2014 Museo de Arte Contempor neo Santiago 2013 Paco das Artes S o Paulo 2012 Dublin Contemporary 2011 Dubl n 2011 Santa Barbara Contemporary Art Forum CAF California 2006 National Museum of Contemporary Art Se l 2005 Henie Onstad Kunstsenter Oslo 2004 Su trabajo tambi n ha formado parte de bienales como el Pabell n de la Urgencia 55 Bienal de Venecia 2013 11 y 7 Bienal de Cuenca 2011 y 2001 2 Bienal de Arte y Arquitectura 42
de Canarias 2009 10 y 8 Bienal de La Habana 2009 y 2003 1 Trienal de Chile 2009 2 Bienal de Praga 2005 26 Bienal de S o Paulo 2004 2 Bienal del Mercosur Porto Alegre 1999 entre otras Su obra forma parte de colecciones p blicas y privadas como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof a Madrid Centro de Arte Dos de Mayo CA2M Madrid Colecci n Jumex de M xico DF El Museo del Barrio Nueva York Museo Nacional de Bellas Artes Santiago Museo DKM Duisburgo The Space Collection Irvine California Museo de Arte Contempor neo Santiago 43
CH RISTIAN SALABLANCA GUARAR COSTA RICA 1990 Christian Salablanca es licenciado en arte con menci n en escultura por la Escuela de Arte y Comunicaci n Visual de la Universidad Nacional de Costa Rica Ha realizado residencias en el Programa Movimientos de Flora Ars Natura Bogot Sagrada Mercanc a Santiago Ars Collaboratory Ciudad de M xico KIOSKO Santa Cruz de la Sierra Despacio San Jos y Espira La Espora Managua Su trabajo ha sido exhibido de manera individual en Sagrada Mercanc a Santiago 2019 Flora Ars Natura y Galer a Valenzuela Klenner Bogot 2018 y en el Museo de Arte y Dise o Contempor neo MADC San Jos 2014 Y de manera colectiva en KM 0 2 Puerto Rico y Museo de Arte Contempor neo de Panam Panam 2021 Thyssen Bornemisza Art Contemporary TBA21 Online y Offline en Museo Nacional Thyssen Bornemisza Madrid 2020 21 Kunsthalle am Hamburger Platz Berl n 2020 Biquini Wax Zona de Desgaste Ciudad de M xico 2020 TEOR tica San Jos 2019 Gasworks Londres 2018 Sagrada Mercanc a Santiago 2018 Espacio Ode n Bogot 2018 Museo de arte Moderno de Medell n Medell n 2018 Galer a T20 Murcia 2018 Centro de Arte Contempor neo de Quito Quito 2018 Museo de Arte y Dise o Contempor neo San Jos 2017 Oficina Oswaldo de Andrade S o Paulo 2017 y en los Museos del Banco Central San Jos 2016 En el 2016 particip adem s en la X Bienal Centroamericana y en el 2019 en la BIENAL DEL SUR en Argentina Su obra forma parte de colecciones del Museo de Arte Moderno de Bogot MAMBO Museo del Banco de la Rep blica de Colombia Museo de Arte Moderno de Mosc MMOMA y de la colecci n Thyssen Bornemisza Art Contemporary TBA21 44
JOSEFI NA GUI LISASTI SANTIAGO DE CH I LE 1963 Josefina Guilisasti es licenciada en artes por la Universidad de Chile En 2005 2009 fue parte del proyecto INCUBO Centro de operaci n interdisciplinario en torno a las artes visuales realizado en Santiago de Chile En 1997 particip en el Taller de Eugenio Dittborn En 1990 1992 realiz estudios de pintura escenogr fica en el Teatro de La Scala de Mil n Italia Su trabajo ha sido exhibido de manera individual en Museo Nacional de Bellas Artes Santiago 2019 y 2008 Museo de Arte Contempor neo Santiago 2017 Museo de Artes Docorativas Santiago 2014 Galer a AFA Santiago 2011 y 2009 Propeller Gallery Londres 2010 Blanton Museum of Art Austin Texas 2007 Sala Gasco Santiago 2006 Y de manera colectiva en Museo de la Memoria y los Derechos Humanos Santiago 2016 Fundaci n Corpartes Santiago 2015 Sun Valley Museum of Art Idaho 2012 Museo de Arte Contempor neo Santiago 2011 Saatchi Gallery Londres 2011 Dumbo Arts Center Nueva York 2008 Centro Cultural Borges Buenos Aires 2007 Cisneros Fontanals Art Foundation Miami 2006 Su trabajo tambi n ha formado parte de bienales como la 6 Bienal del Mercosur Porto Alegre 2017 y la 29 Bienal de Pontevedra Galicia 2006 Su obra forma parte de colecciones p blicas y privadas como la Fundaci n Patricia Phelps de Cisneros Nueva York Blanton Museum of Art Austin Texas Museo LACMA Los Angeles CA Colecci n Juan Yarur Santiago Museo de Arte Contempor neo Santiago 45
Nelly Richard es te rica de arte ensayista editora y autora de numerosos libros entre ellos M rgenes e instituciones arte en Chile desde 1973 1986 M sculino Femenino pr cticas de la diferencia y cultura democr tica 1993 La insubordinaci n de los signos cambio pol tico transformaciones culturales y po ticas de la crisis 1994 Residuos y mer foras ensayos de cr tica cultural sobre el Chile de la transici n 1998 Fracturas de la memoria Arte y pensamiento cr tico 2007 Feminismo g nero y diferencia s 2008 Cr tica de la memoria 19902000 2010 Cr tica y pol tica 2011 Di logos latinoamericanos en las fronteras del arte 2014 y Abismos temporales Feminismos est ticas travestis y teor a queer 2018 Gabriela S enz Shelby y Sof a Vindas Solano son historiadoras y curadoras costarricenses En enero de 2021 curaron la exposici n colectiva Horizonte espinoso en el Museo de Arte y Dise o Contempor neo de Costa Rica que incluy la obra de Christian Salablanca Alia Trabucco Zer n es abogada escritora editora y autora del libro de ensayo Las homicidas 2019 de la novela La resta 2015 y de diversos ensayos sobre feminismo y derechos humanos Con su novela La resta recibi el premio a las Mejores Obras Literarias otorgado por el Consejo Nacional de las Culturas y las Artes y fue finalista del premio internacional Man Booker
Colecci n Solari del Sol Espoz 3150 080 Vitacura Santiago Chile info ilposto cl www ilposto cl ilposto cl