2 SUMARIO Presentación (pag. 3) Amistad (M. J. Mingot) (pag. 6) Un rayo de esperanza (M.J.Triguero) (pag. 9) Mi Ausencia (E. Rodríguez) (pag. 10) Primavera anhelada (M.J.Triguero) (pag. 14) Cantas mientras esperas la lluvia (JARomán) (pag. 17) Poema (M.J. Mingot) (pag. 18) La voz íntima de los campos (JARomán) (pag. 21) Bosques del alma mia (M.Georgel) (pag. 22) Ausencia inconsolable (R. González) (pag. 25) A media noche (M. Bustillo) (pag. 30) Amor eterno (M.Ronco) (pag. 32) Tu ausencia (P. Barrado) (pag. 34) Lo demás no importa (V. Galán) (pag. 37) Me ha dado por pensar 2 (M.J. Herrero) (pag. 48) Audiovisuales (JARomán) (pag. 66)
3 Presentación “Cuadernos para el Tren” dedica este número a la poesía, al pensamiento y al arte visual. Vuelve a citarse con nosotros la poeta M.J. Mingot colaborando con dos poemas de su anterior libro “La Marea del Tiempo”. Hemos querido incluir algunos poemas realizados en el Taller Horizontal de Creación Poética “Verso a Verso”, cuyo coordinador es nuestro compañero JARomán, con participación de M.J.Triguero, E. Rodríguez, M. Georgel, R. González, M. Murillo, M. Ronco y P. Barrado. También hemos dado cabida a dos interesantes textos de V. Galán y M.J. Herrero para hacernos reflexionar. De alguna manera también hacemos un homenaje a una cantante de magnífica voz, Sara Veneros, pues todas las ilustraciones son trabajos de JARomán realizados intentando “hacer visible” esa voz en el
4 contexto de su disco “Amanece”. Dos de los poemas en prosa de JARomán son parte de ese proyecto. También incluimos por primera vez vídeo en esta revista digital con dos audiovisuales realizados por JARomán con sus imágenes y dos canciones de Sara Veneros contenidas en el mencionado disco “Amanece”. Los encontraréis al final de la revista. Esperamos que disfrutéis leyendo y viendo tanto como nosotros haciendo la revista.
5 Agua en la voz
6 Amistad A Paquita Dipego Sabe tu nombre a nube en el estío, a efluvio de alborada, a lluvia que rocía el campo anaranjado, frazada de retales; a reflejos de luz en los visillos mecidos por la brisa, a puertas que se abren, a miradas que hablan, a rama de silencio compartida. Seda para la herida, cuatro palos resecos, hogar, hoguera, un resplandor de luna en la ventana,
7 si te nombro en la noche; palabras como panes lentamente horneados mano a mano, a dúo sin notar qué es siembra y qué es cosecha, festejando la siembra, el cambio de color de las espigas. María Jesús Mingot
8 Una voz “imagenada”
9 Un rayo de esperanza Verano que regresas con el viento, verano que nos traes la alegría. Tú nos regalas sueños cada día de amores, de ilusión y de contento. Pero aún la sombra del abatimiento viene a vestir de gris la algarabía. Y un poso de vital melancolía envuelve cada abrazo y cada encuentro. ¿Qué mueve al mundo en su constante danza? ¿El ansia de poder en nuestras manos, o la sed de justicia merecida? Ojalá brille un rayo de esperanza en el fondo del corazón humano, Que alumbre nuestro paso por la vida. María José Triguero
10 Mi Ausencia No busques en mi persona sentimientos que no vas a encontrar No es que no los tenga...es que no los puedo mostrar; Me enseñaron a ser fuerte y fuerte aparento ser Tan fuerte... que no me se reconocer. Me refugio en mis ensueños para no tenerme que delatar Que no sé decirte lo que siento, ni lo que te quiero expresar ¡Ya sé! Ya sé que te resulto frío como un amanecer en invierno Si la nieve se posa sobre nuestros cuerpos... Tú la derrites yo... la convierto en hielo.
11 Cuando te miro mientras duermes, en una noche de sueños perdidos, En esa noche de sueños perdidos... temo perderte Mientras duermes mis pensamientos te hablan de lo que siento Sé que no me escuchas, sin embargo...sueño que me entiendes ¡Qué triste es no dejarte ver el amor que siento! Ya solo quedan sensaciones en el frío helado de la noche Las estrellas brillando en el oscuro firmamento Una fogata calentando nuestros cuerpos y... Mi vida envuelta por un silencio abrumador. Esperanza R.R
12 Una voz se eleva sobre el frío horizonte
13 Despierta una voz
14 Primavera anhelada Me siento ávida de primavera. Quiero volver a un mundo más humano, donde mi mano juegue con tu mano, donde mis labios no tengan frontera. Quiero abrazarte con el alma entera, presintiendo la brisa del verano, cómo roza mi cuerpo, más liviano. Quiero quererte ya, sin más espera. Te besaré sin tasa ni mesura, dentro de un aire limpio y transparente. Libre del llanto que el dolor provoca. Viviremos de nuevo la aventura. Sin miedo de cruzarnos con la gente, celebrando una fiesta en nuestras bocas. María José Triguero
15 Una voz abre sus pétalos
16 Cantas mientras esperas la lluvia
17 Cantas mientras esperas la lluvia Existe un silencio anterior al agua, anterior a la voz que mide la distancia entre una nube y la tierra. Y allí donde se encuentran, tu voz crece como un tallo que apunta al cielo, un tallo al que le brota una hoja que hurta el color al Sol. Cantas mientras esperas la lluvia, mientras esperas que la hierba, al mojarse, se levante mansamente para darte las gracias. JARomán
18 Poema Gota de mar, cual pájaro sin nido que se posa un instante en rama despoblada, intento retenerte en la palma desnuda de mi mano. Albergue transitorio alimentado solo del deseo de ser cuenco de luz, que camina descalza hacia Poniente. María Jesús Mingot
19 Cántame un sueño
20 La voz íntima de los campos Nada suena excepto el tiempo, un sonido abandonado por no hallar corazones donde anidar. La tierra usa ese silencio para consolar a los que sollozan y no encuentran sus sueños. Caminar sobre ella los sana, caminar por sus campos los sosiega y sobre todo los calma al escuchar su voz más íntima y recibir su verde beso en la frente. JARomán
21 La voz íntima de los campos
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Bosques del alma mía
Arden, sin tregua ardenbosques del alma míade mi infancia, juego y cunade mis letras, fuente y musa.Arden, sin tregua, ardenbosques del alma míahundiendo en cenizas y barro cada palmo de mi vida.¿Con qué fuerzas bosques míosandaré ahora tus caminos?Ya no habrá frescas sombrasni aromas, ni trinos,solo tierra inerte,manto gris y hedor a muerte.
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¿No ven, acaso, las llamasque llevándose tu alientovan llevándose el mío?Arden, sin tregua ardenbosques del alma míaArdes, sin tregua ardes.Arde mi gran amigo.
Mabel Georgel
24 Cantar para olvidar los momentos infestados
25 Ausencia inconsolable Quizá nuestro idilio transcurrió sin ser consciente de que lo estaba viviendo, porque fue tan fugaz como el resplandor del arco iris en los días dorados de lluvia. Así ha sido. Más que efímero. Un amor cercenado por el cruel proceder del destino antes de poder culminar nuestros sueños. Quizá, también, tú consentiste en que te amara demasiado, más que a mi vida, aunque nada puedo reprocharte,
26 Una voz saliendo del pesar
27 porque mi amor desbocado fue quien puso más empeño, y mis manos, inconscientemente, se anudaron a las tuyas para impedir que te alejaras de mi lado. Y ahora, en el punzante silencio de la noche, tu ausencia cristalizada en mis venas me inflige la derrota más dolorosa: la insoportable soledad sin tu mirada, la eternidad de los días sin sentido cuando tú ya no los alumbras, el sobrevivir al invierno más implacable sin tu abrigo… …Un desconsuelo insondable acompasando mis latidos
28 me hace naufragar en las aguas de la melancolía al rememorarte y reencontrarte en aquellos días de mieles y rosas que compartíamos a espaldas del tiempo. Rafael González
29 La voz que sueña en azul
30 A medianoche El sonido de un teléfono rompe el silencio de la noche agitando el erebo del pasado. Una llamada intempestiva con música de Black Saba lenifica la inquietud. Esas sombras del pasado que a medianoche perturban mi ser. Una vida laboral, atestada de bajezas y caciquismo, han atormentado mi ánimo llenando mi cuerpo de cicatrices.
31 Forma parte del pasado, pero en ocasiones de añoranza aparecen, es como si demandaran un troza de mi alma, reclaman algo, con exactitud no sé lo que piden. Sólo sé, que el pesar traspasa el cerebro, es como una tormenta en el Pacífico o algo parecido a una pesadilla en un bosque maldito rodeado de muertos que quieren devorar mis entrañas. Luego con el preludio de la mañana la ofuscación de desvanece y llega la tranquilidad. Manuel Bustillo
32 Amor eterno Empieza un nuevo día y me asomo a la ventana para contemplar el amanecer buscando el calor de la luz del sol. Sin embargo, está nublado y puedo ver derramándose sobre el camino las gotas del rocío que dejan una mañana helada. Deseo que esas minúsculas formaciones de agua formen un reguero de semillas que permita que la tierra se empape creando bellas flores, creando vida. Quiero seguir creyendo en ese lazo intenso que nos unía pero el hueco que dejaste en mi corazón cuando te fuiste se ha tornado color azabache. Me busco en todos los espejos pero solo hallo a una desconocida cuyos rasgos se parecen a los míos; quien fui se marchó contigo. Juntos formábamos un equipo poderoso, tú y yo éramos gotas de amor capaces de cambiar el mundo. Tú, mi luz en cada amanecer te fuiste llevándote contigo lo mejor de mí, pues eso es el verdadero amor; un amor eterno. Marta Ronco
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Cántame detrás de tu sonrisa
34 Tu ausencia Me quedé triste, por tu ausencia. Ausencia de este invierno pasado. El frío en el cuerpo helado. En el recuerdo de mi mente, que da forma a este invierno pasado tan cruel, se me heló hasta la piel de perder a este ser amado. Mi hermano mayor, tu marcha me deja mucho dolor en el corazón. Una persona tímida y trabajadora, pero con mucho amor. Ejemplo de bondad, querido por sus amigos. Deja desconsolados a su mujer y a los hijos.
35 No tiene forma este invierno tiene un color oscuro. Cuando nos has dejado, sin tu presencia en este mundo. Petri Barrado
36 El cántico que devuelve amistad
37 Lo demás no importa Tal vez la única forma de saber quienes somos realmente, es un lugar en el que nadie nos diga qué debemos hacer. Cal Flyn Islas del abandono ¿Qué esperamos al contemplar una obra de arte?, ¿qué podemos comprender?, ¿qué debemos hacer? Apoyándome en las conocidas preguntas kantianas a fin de poder dar una mínima estructura a lo que son preguntas, tan simples como fundamentales, y que nos hacemos implícitamente ante cualquier enigma que nos asalte por pequeño y
38 cotidiano que sea: ¿qué frigorífico debo comprar?, ¿qué espero al estudiar filosofía?, ¿qué puedo conocer de esta ciudad, de esta persona? A diario nos enfrentamos con todo tipo de preguntas que debemos contestar con mayor o menor urgencia, y que daremos en función de una enorme cantidad de variables: de conocimiento, de urgencia, de situación económica, anímica, social, cultural, y un largo etcétera. Todas ellas serán el resultado de un proceso intelectivo que comienza en la percepción del asunto que atraviesa nuestra mente, y después de sopesarlo, tomaremos o no una decisión que, a posteriori, comprobaremos si ha sido útil, nefasta, o simplemente sigue ahí, rebotando en algún rincón sin ver la luz. Nada deja de pasar a través de nosotros, aceptando claro la ley de la impenetrabilidad de la materia, y aún así seremos atravesados por las partículas de la materia no ordinaria, pero si volvemos al caso de la materia ordinaria, y visto el principio de exclusión de Pauli (1), si se nos
39 cae un cuadro encima como poco nos hará un chichón. Pero la mente sí es atravesada por toda esa especie de materia no ordinaria que comunican los estímulos que perciben nuestros sentidos, y esa perversa creación de nuestro cerebro, que no se ocupa sólo de que sobrevivamos, se empeña, cual juego de electrones locos, en ir formando átomos de conocimiento, bien porque ya teníamos experiencia de esos estímulos o bien porque fueran nuevos, y en ese caso, nuestro cerebro hará lo que hace para comprender la forma de un objeto, explora las funciones (fundamentales, naturales o cultas) que comparte con otros objetos de igual o parecida forma, entendida forma de manera amplia (2). Si habláramos de inteligencia artificial sabríamos que sus resultados suponen el empleo de la fuerza bruta del rastreo de una inacabable cantidad de archivos, pero que nuestras pequeñas mentes sólo se tienen a sí mismas ante lo que voy a llamar la obra, la obra de arte y que al principio llamé
40 frigorífico, estudio o ciudad, pero que ahora adquiere la forma que un artista ha decidido darle, seguramente con más de una intención, las cuales al espectador o le llegan de manera directa o no lo hacen sino de forma más o menos abstrusa. Y ante esa obra, ¿qué podemos conocer?, ¿qué podemos hacer, ¿qué podemos esperar? Ante tamaña soledad propongo intentar lo que puede ser útil en otros órdenes de cosas: para empezar se deben minimizar o eliminar las entropías en la comunicación (3) , es decir, que la obra se perciba de la manera más limpia y abierta posible, de forma que solo te hable el silencio, que solo te iluminen los ojos de lechuza de tu conocimiento, que solo te llegue aquello que es y no aquello que no es, y entonces la obra se creará en tí más allá de su autor nominal, porque como se ha dicho tantas veces, es el espectador el que acaba, el que consuma la obra, porque desde ella se produce una comunicación osmótica que te colmará o no, pero que no será deformada por informaciones
41 El corazón flota sobre una melodía
42 coyunturales, que son narrativas más o menos afortunadas o intencionadas, pero que son ajenas a nosotros y a nuestra sed de entender la obra, como si cada una tuviera adosado un mapa del tesoro que nos condujera al descubrimiento de lo que el artista quería decir, como el sumo sacerdote de la alquimia entre la materia y la verdad, entre la narrativa y la luz del nuevo día que nos ilumina como recién salidos de la caverna. Tal vez haya obras que requieran una narración exterior, y quién mejor que el propio artista para que nos abra su corazón, pero nosotros como el otro del diálogo, siempre deberemos implicar a la conciencia para eliminar la distancia entre el arte y la vida (4), tal vez esa distancia sea el camino que emprenda el pensamiento intuitivo, el proceso cognoscitivo que nace de la intuición o percepción sensorial evidente. Parece legítimo pensar que las obras de arte nos parecen hermosas porque nos ayudan a satisfacer nuestros deseos encontrando su sentido. El grupo de danza Mal Pelo, en
43 la obra que todavía exhiben en el museo de Palma de Mallorca Es Baluard, a través de la exploración del cuerpo y su espacio, proponen, a partir de la idea del desdoblamiento, un espacio común en el que se nos invita a habitar, no miran la obra como un destino final, sino como un lugar de tránsito, provocador de otras miradas, generador de otras materias, la obra al fin, como un lugar de pensamientos (5). El arte procede del mundo real, del que se vale y al que regresa siempre, y en ese viaje estamos nosotros, y en ese sentido percibir la belleza de los objetos ordinarios tal vez sea la puerta que abre la inocencia al conocimiento intuido (6), y sin duda las obras de arte se convierten en lugares de concentración de la conciencia donde ya no hay preguntas. Y siguiendo a M. Heidegger, en la obra de arte se ha puesto en operación la verdad del ente, y este ente sale al estado de no ocultamiento de su ser. La creación no es otra cosa sino la fijación de la verdad mediante la forma, pero dejar que la obra sea obra es lo que llamamos la
44 Una voz cálida emerge
45 contemplación de la obra. Únicamente en la contemplación de la obra se da su ser - creatura como real, por eso la contemplación es una fusión integral de sujeto y objeto, una a modo de unión mística (7). Sostiene el antropólogo Tim Ingold que “ver la obra es unirse al artista como compañero de viaje, ver junto a ella, de una intención originaria de la que es producto”. Quizá sea nuestro espíritu occidental un espíritu que necesita guiar nuestra existencia por un camino seguro. Entrar en los lugares en que el arte nos sitúa requiere serenidad de ánimo, dejar de desear y prepararse para recibir. Lo demás no importa. Víctor Galán Cabello
46 Agradecimientos: por haberme impulsado a escribir este texto a Susana Calleja, Ignacio López Nieto y Alfonso Cruz. 1 Wolfgang Pauli 1925 2 La rebelión de las formas. Jorge Wagensberg 3 José M. Hernandez Losada. UNED 4 La distancia entre el arte y la vida. Arthur C. Danto 5 Compañía de Danza Mal Pelo. Before the Words. Refugio temporal. Es Baluard Museu 6 Los seis nombres de la belleza. Crispin Saltwell 7 El Origen de la Obra de Arte. Martin Heidegger Víctor Galán Cabello
47 La vida se cita con una voz
48 Me ha dado por pensar 2 Suelo seguir el rastro en los medios de comunicación de noticias y artículos de opinión que hacen referencia a la posibilidad de un desgaste, incluso de un acabamiento del capitalismo, al menos, tal como se venía planteando hasta el momento, en su modalidad neoliberal. La primera noticia que me sorprendió y a la vez que me ilusionó fue la denominada “Gran Dimisión” o “Gran Renuncia”, que comenzó en Estados Unidos en el verano del 2020. A raíz de la pandemia de COVID-19, muchos estadounidenses renunciaron a su empleo por considerar que sus ideales no se correspondían en absoluto con el planteamiento vital que tenían establecido. Este cuestionamiento se dejó sentir globalmente y llegó a España en el año 2022 afectando, principalmente, a la franja de edad que va de los 30 a los 45 años. Cabe hacer diversas y profundas puntualizaciones, no sólo sobre la edad,
49 sino también sobre la clase social, nivel laboral, nivel educativo y género, entre otros. Pero, aún detectando que hay cuestiones importantes a valorar en este acontecimiento, en lo que me detengo especialmente es en el hecho simple de la existencia de personas que empiezan a replantearse sus trabajos no sólo por cuestiones económicas, sino que en la ecuación entran otras variables a tener en cuenta y que la balanza se puede inclinar del lado de la felicidad. Una felicidad tal como la entendían los griegos, de búsqueda de la buena vida, la eudaimonía aristotélica, el bienestar humano, donde juegan un papel importante las relaciones familiares y sociales, el tiempo libre con sus aficiones, viajes, o simple reposo contemplativo. Como bien explica Bertrand Russell en su Elogio de la ociosidad, “la fe en las virtudes del trabajo está haciendo mucho daño en el mundo moderno”, abogando de esta manera por un aumento del tiempo libre. En este mismo sentido con respecto a los objetivos vitales, se puede observar
50 Cántico del susurro
51 también la “semana laboral de cuatro días”. Además de reflejar que los individuos, salvo casos excepcionales, no solemos trabajar en empleos que nos gusten, ni que nos dignifiquen como personas (otro mantra que merece la pena revisar). Y, puesto que, de momento, los más beneficiados, incluso se podría decir que únicos beneficiados de esos grandes avances tecnológicos y digitales, que simplifican y facilitan las tareas ahorrando tiempo en su ejecución, han sido las grandes empresas y sus dueños capitalistas. Sería adecuado pensar que ese beneficio recaiga en toda la sociedad en su conjunto, con la posible conciliación entre la vida laboral y la vida personal. Esto supondría buscar un cierto reajuste social. Puesto que los adelantos tecnológicos se han llevado a cabo gracias a toda la sociedad en su conjunto sería oportuno buscar una manera de repercutirlo también en esa sociedad globalmente. Muchos podrán objetar que son las punteras empresas tecnológicas las que apuestan y arriesgan sus fondos económicos con sus
52 departamentos de I+D+i, pero no sería del todo exacto. Se debe tener en cuenta que esas grandes empresas tienen sus ventajas fiscales por ello, que existen incentivos en investigación financiados con fondos públicos, que sus recursos humanos han sido formados gracias a la educación pública, que el talento de los trabajadores no se crea solamente en la propia empresa, así como tampoco parten de cero en sus investigaciones. La ciencia siempre ha tenido un carácter internacionalista hasta la llegada de las grandes guerras mundiales. La ciencia siempre fue considerada universal, neutral y objetiva, así como los científicos hasta la I Guerra Mundial. Pero en ese momento existe otro detalle que no podemos obviar y que marcará una importante diferencia, la Ciencia en mayúsculas, lo que se conoce con el término de Big Science, contará a partir de ese momento con el gran apoyo estatal de todos los gobiernos desarrollados, desde que se constató la necesidad de financiación a gran escala para abordar grandes proyectos y que se ha ido ampliando
53 extensamente, planteándola como una estrecha relación entre Ciencia, Industria y Estado. Otra señal llamativa detectada recientemente, surge por el durísimo invierno que se planteaba en Europa a raíz de la guerra en Ucrania. Me refiero en concreto a la subida de la energía, gas ruso, por supuesto, y de todos los combustibles en general, así como el desabastecimiento de ciertas materias primas básicas como el maíz, alimento para el ganado. Se esperaba una subida generalizada del precio de energías, combustibles y materias primas básicas de manera generalizada. Este contexto ha supuesto que se vean menos cuestionados la bajada de ciertos impuestos y el control de precios de ciertos productos, que anteriormente hubiesen sido impensables en una sociedad de mercado autorregulado. Así como, aumentar los impuestos a las eléctricas y las entidades financieras, que, en esta misma situación, han aumentado sus beneficios sin añadir
54 Una voz vuela sobre su música
55 ningún valor a sus productos, simplemente aprovechando la coyuntura geopolítica del momento. En definitiva, estamos ligeramente naturalizando, no sin roces, una intervención estatal en la economía, lo que se puede denominar “redistribución”, que es muy nombrada en antropología y poco en economía. La razón, porque la forma habitual de redistribución en economía es a través de los impuestos, que en el liberalismo se tratan bajo un prisma restrictivo y de mínimos, siempre intentando rebajarlos al máximo o eliminarlos con la supuesta incentivación de la actividad económica para los inversores. Los impuestos son cuestionados y criticados, por ser contrarios a una visión ultraliberal del funcionamiento del mercado. Desde sus inicios, gestándose como movimiento político en el siglo XVII y adquiriendo el término que conocemos de “liberalismo”, en el siglo XIX, siempre estuvo inseparablemente unido a una concepción del individuo como poseedor de un derecho natural que es la “libertad” por encima de todo y que se vincula de manera
56 muy singular y estrecha con otro gran concepto, la “propiedad”, cuya extraña vinculación le podemos atribuir a Locke. Por supuesto, existen distintos grados, desde el liberalismo más conservador, que defiende una libertad individual ilimitada con su primer y más importante derecho individual que es la propiedad privada, y su derecho de acumulación ilimitada, que es un fin en sí mismo. Por ello cualquier recorte de ese derecho se considera “robo”, como sería el caso de los impuestos. Existe también un liberalismo más social, que admite una redistribución con un mayor o menor nivel, dejando algo de espacio al intervencionismo estatal. Esa redistribución donde se reparte de forma diferente los recursos con el objetivo de establecer una justicia social y minimizando las desigualdades. La búsqueda de un equilibrio económico entre las personas, para que no existan esos dos grandes escalones sociales, parece que se ve ahora más justificado, y no crea tanta alarma social, pero conviene tener en
57 La cálida voz del estío
58 cuenta que todo ello viene determinado por unas exigencias marcadas por el momento histórico. Intervenir directamente sobre el precio o imponer impuestos nuevos para conseguir una redistribución más justa ha comenzado a considerarse razonable dada la coyuntura actual, aunque sería deseable que algo perdurase. Todos estos ejemplos pueden considerarse como emblemas liberales caídos. La meritocracia, el ascensor social y esa metáfora de Adam Smith de la mano invisible del mercado, que organiza el mundo de una manera justa y que se identificaba en sus inicios con una fuerza divina, o sea, la Divina Providencia, y que posteriormente se denominó como laissez faire, parece que están siendo cuestionados. La meritocracia como sistema que recompensa el esfuerzo y capacidad individual, y, por tanto, conduce a una sociedad justa, evidentemente no funciona. Las casillas de salida en la vida y los incentivos que se van dando en el trayecto
59 vital, sobre todo en el educativo, laboral y social, no van acordes con el esfuerzo empleado, sino que van acordes con los recursos económicos empleados y dan como resultado de todo ello el mismo posicionamiento de clases sociales del que se parte por nacimiento. Familias con más recursos pueden disponer de más medios para la educación de sus hijos y de más relaciones con posiciones similares en estrato social al suyo. Todos estos sucesos me han hecho pensar en La gran transformación, obra escrita por Karl Polanyi en 1944, en la que hace un repaso y análisis muy detallado de la historia de nuestro sistema económico. Pero sobre todo me ha recordado que nos descubre un hecho sorprendente, que en la sociedad moderna se comience a considerar la economía como un fenómeno separado del resto de los ámbitos sociales, es una situación inédita, original y única. Esta singularidad donde el ámbito económico, en concreto lo que sería un sistema de mercado en la época moderna, sea
60 El canto que sabe a menta
61 separado del resto de instituciones sociales, religiosas, políticas, jurídicas, etc., entraña una visión ideológica única, distinta a cualquier otra sociedad y a cualquier otra época anterior. Se podría considerar que es ahí donde da comienzo la deriva, en cierta medida antisocial, de nuestro sistema económico. Es la civilización del siglo XIX la que plantea como principio fundamental la ganancia económica, nunca antes planteado en ninguna sociedad humana. Polanyi también anuncia que esa forma de establecer los asuntos económicos de una manera diferenciada, no “incrustada” en los ámbitos sociales, estaba siendo forzada desde la política y las instituciones públicas, no al contrario, como hasta ahora se ha venido argumentando en los estamentos capitalistas. Los liberales siempre han pregonado que el mercado era el sistema natural, consustancial al hombre en sus intercambios y que su desarrollo era inevitable; a la vez que denunciaban una resistencia planificada antiliberal contra el mercado autorregulado. Sin embargo, los
62 datos corroboran todo lo contrario. El sistema de mercado no hubiese sido posible sin una planificación estatal, implantada, estructurada y forzada desde las instituciones políticas y jurídicas. Los fenómenos económicos estaban diluidos dentro de los ámbitos sociales, no era posible separar en un asunto social, como podría ser una boda, por ejemplo, los ámbitos económicos, familiares, religiosos, etc. Eso es lo que Karl Polanyi quiere explicar cuando habla de asuntos económicos incrustados en el resto campos sociales, y que anteriormente Marcel Mauss había definido como “hecho social total” de forma similar. Esta idea utópica de la existencia de una institución, el Mercado, que se autorregula, necesitaba que todo se convirtiese en mercancía, incluso la tierra (o naturaleza), el trabajo y el dinero, a las cuales el autor denomina “mercancías ficticias”. Son denominadas “mercancías ficticias” porque no son producidas para ser vendidas, pero el sistema requiere que se conviertan en
63 mercancía de manera artificial, ya que todo ha de entrar en un proceso de compra y venta. Ciertamente resulta sorprendente que la naturaleza pueda ser considerada una mercancía. Así como el valor dado al “dinero”, a unos objetos que denominamos “monedas y billetes”, que bien podrían ser sustituidos por otros muchos objetos, como existen infinidad de ejemplos antropológicos en otras sociedades humanas. Pero más particularmente me detengo en la mercancía ficticia del trabajo. Visto con la óptica de Polanyi resulta más fácil de comprender porque existe esa gran dificultad para la consideración del trabajo doméstico y del cuidado, y que irremediablemente sigue vinculándose al género femenino. Otra cuestión tratada en La gran transformación es que se establecen dos movimientos organizativos sociales. Uno es el principio del Liberalismo económico con su sistema de mercado autorregulado. Y el otro movimiento, es un principio de protección de la sociedad, una autodefensa
64 El vuelo de una voz ilusionada
65 de la propia sociedad, que se resiste a encajar sus estructuras sociales en la cuadricula del mercado. Es una respuesta pragmática y espontánea de la sociedad. Y estos ejemplos que he expuesto parecen responder de alguna manera a esos desajustes que esperanzadoramente deberían producirse. M. J. Herrero
66
Audiovisuales Con las imágenes contenidas en estarevista nuestro compañero JARomán,contando con el permiso de Sara Veneros,que se mostró encantada, realizó dosaudiovisuales usando dos canciones de sudisco Amanece:- 1. Canción para la lluvia, en el vídeotitulado Agua en la voz, cuyo enlacees https://youtu.be/JycP1JRfAC4
67
- 2. Así es la tierra, en el vídeo titulado La flor que brota de una canción, cuyo enlace eshttps://youtu.be/JGHmqraF9gc
68 Si queréis participar en los próximos números de esta publicación, enviad vuestros trabajos (dibujos, poemas, relatos cortos, etc.) a la siguiente dirección de correo: tertuliam2020@gmail.com Esta revista no está subvencionada por ningún organismo ni entidad ni se financia mediante publicidad