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¿América...? ¡Oído cocina!

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FICHA TÉCNICA

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2 Libreto........................................... Germán Álvarez-Garcillán Dirección ....................................... Paloma Cela Producción .................................... Libradiez Decorados ..................................... Paloma Cela Candela Cort Vestuario....................................... Paloma Cela Candela Cort Jaime Lorente––– Apuntadora ................................... Estrella Sintas Regidora ........................................ Estrella Sintas Utilero ........................................... Jose María López Rúa Diseño Gráfico y Cartel ................. Paloma Cela Iluminación ................................... Magdalena Broto Video............................................. Cezanne Producciones Piano ............................................. Saimon Simonet Coreografía.................................... Magdalena Broto

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3 Reparto Colón............................................. Javier Ruiz de Assín Isabel la Católica/Marinero .......... Beatriz Rueda Fernando el Católico/Luis ............. Luis Bitaubé Secretario Real/Manuel ............... Luis Martínez Brigada.......................................... Nacho Ruiz de Assín Carmelillo/Jose ............................. Jose Mª López Rúa Cocinera ........................................ Mónica Taboada Tabernera/Marinero Eva Sánchez Buro Antonio/Escribano ...................... Antonio Paradinas Hernán Cortés/Diego.................... Diego Ruiz de Assín Francis Drake/Pepe ...................... Roberto Nehama Cura .............................................. Germán Álvarez-Garcillán Cacique ......................................... Queches Ávarez-Garcillán Atahualpa ..................................... Queches Álvarez-Garcillán Ana Selia ....................................... Marta Álvarez-Garcillán Pocahontas ................................... Candela Cort

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4 El escenario tiene que estar medio preparado. Detrás panel de barriles, estructuras con ruedas para velas, pero sin velas, para no anticipar. Podemos colgar cuerdas, faroles, redes etc., porque es un bar de puerto. Escalera negra, también con aperos colgando. Delante los módulos, simulando mesas de la cantina, con jarras y vasos. Unos en vertical y otros en horizontal. Cantina. Todos en escena, intentaremos que con una vela. Bita y Bea, medio vestidos para la siguiente escena, que solo tengan que quitarse la ropa que cubre sus trajes. Luis se la pone encima. Un tertuliano con camiseta del Betis, emborrachándose en una esquina. Se oyen 11 campanadas mientras se abre el telón. Con la última empieza la Salve. Previamente se intentarán repartir entre el público pasquines con la letra, para que canten. Empiezan Luis y Diego, (4 versos), mientras el resto se va callando, luego Roberto y Nacho de pié, detrás, con paño y bandeja (4 versos) y luego todos en olé olé. TIERRA DE ANDALUCÍA Tierra de Andalucía con tronío de mora, de tu luz y alegría portadora universal. Tierra de Andalucía bravía y sufridora, fino duende te guía desde tiempo inmemorial. Ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, Marinero yo no quiero ser porque al barco no le tengo fe con un ole, ole, ole, ole, ole ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole. Marinero yo no quiero ser porque al barco no le tengo fe con un. Tierra de Andalucía fíjate qué locura, irse con osadía a la otra punta del mar. Tierra de Andalucía hoy vas a la aventura, sabremos algún día si es por bien o es para mal Ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,

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5 ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, Marinero yo no quiero ser porque al barco no le tengo fe, con un ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole Candela y Mónica salen canturreando, contentas, cantando los últimos oles, para volver a entrar con las velas, que extienden como manteles en las mesas que han limpiado Nacho y Eva mientras tanto, llevándose las botellas vacías y las jarras. Luis sale con ellas, para cambiarse. El resto del elenco, excepto los que intervienen, va desapareciendo poco a poco. CLIENTE BORRACHO, con acento andaluz, en voz alta para que le oiga desde su mesa el camarero ¡Corta un poquito, pasmao! el flamenquito asesino me está ablandando el torrao ligerito, ligerito. CAMARERO acude a la mesa del cliente que se queja. Mientras le rebate, alza una de las botellas vacías que tiene sobre la mesa. El señor, finito a fino tampoco anda resagao. Que lo del torrao blandito, con un vino, es fortuito, con veinte es premeditao CLIENTE BORRACHO Cierra ya la concertina que os van a denunciar ¡Y dejarme descansar! CAMARERO, burlón A mandar. ¡Oído cocina! El cliente borracho se va durmiendo, entre ronquidos.. Van saliendo todos de escena según van terminando, entre murmullos y juergas, excepto Javier, que sigue dormido y saldrá en algún momento de la primera escena. José María y Diego van preparando los aposentos de los RRCC. Aquí la luz tiene que tener un efecto lo más brumoso posible, para entrar en el sueño. Humo?

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6 Acto I. Escena 1 Ysabel, Fernando, Secretario Real Reyes Católicos en sus aposentos. Se va haciendo de nuevo la luz, focalizada en los 3 actores, sin que se vea mucho el fondo de barcos. Isabel estudia unos documentos. Fernando se entretiene limpiándose las uñas o con cualquier otra zafiedad. Secretario, entra y hace una reverencia exagerada Carta es llegada, Señora, de Don Cristóbal Colón. Viene el sello con premura. Fernando ¡Es tozudo y machacón el genovés caradura! Ysabel , a Fernando y al Secretario, sucesivamente ¡Vos callad! Dadle lectura. Secretario Majestad, preciso es que os advierta que esta carta de nuestra lengua se aparta, pues va escrita en genovés. Fernando ¡Ya empezamos con los trinos del pájaro de Colombo…! ¡Ay, Dios, qué malo me pongo! Que hablando, como habla, el gitano, un perfecto castellano, prefiera, el muy florentino, expresarse en genovés… ¡Malo es, Chabelita, malo es! Ysabel, afectadamente dulce. Y firme. Id amainando, Fernando, ese punto algo gallito. ¡Idos cortando un poquito! La bravura contened… PAUSA (al secretario)

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7 Acometed la lectura Secretario Mia cara princhipessa Ysabel-la, reyina d’Aragonio e de Castel-la cuya área de influenza ysabelina si proyecta en tut-ta Europa, e tiene tel-la. Ysabel, poniendo ojitos y dulcificando la voz ¡Qué expresiva su misiva! Veo su pasión y su mano escribiendo el mismo trazo… Fernando ¡¿Expresiva la “misiva”?! ¡A mí mi-si-va la mano a asestarle un garrotazo! Ysabel, cabreada ¡Por Dios, dejad de gruñir! Que no entendéis de maneras ni lo que hay por descubrir allende nuestras fronteras. Fernando, falsamente sensato, pero zumbón Mujer, la mar oceana, si bien es la mar de extensa, también es finita y plana. Al confín de su extensión surge un abismo concreto, do el navío pierde arraigo. Yo, a los hechos me sujeto… si no me sujeto… me caigo. Ysabel, le da una colleja Secretario Reyiníssima mía, Ysabel-la O passato este quinquenio clausurat-to entre brújula, astrolábio y el compás, laborando con un ritmo acompassat-to, en totale desacato a lo demás. O trovat-to, con los cálculos más hondos, a lo longo di este gran compás de espera, que la entera faz del orbe es una esfera

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8 e por esto son mis cálculos redondos Fernando, a la defensiva Como os venda el navegante, como lo ha intentado tanto, el ir a Indias por Poniente, va a hacer que éste se levante. ¡Porque cojo y me levanto! No soporto a ese Colón, con ese jubón tan corto y esa peluca tan luenga; No me gusta que me venga él a mí a dar lección, y que no hable nunca recio, como se habla en Aragón. Vése más que va danzando entre motivo y motivo y nunca el rostro enseñando: embuste y razón trocando en baile que no se agota. ¡De bailes, en Aragón, nadie entendemos ni jota”. Ysabel, todavía molesta ¡Refrena ya tus aullidos! No veo por do le ves tantos talantes tullidos… Fernando, sorprendido e indignado ¿Que no ves que en sus pedidos comienza siempre al revés? ¿Que no ves que su talento lo saca esquinao y al bies? ¿Que propina puntapiés a sota y a barlovento? ¿Que no ves que es genovés? ¡Si vos no lo veis, lo siento! Ysabel, soltándole un guantazo ¡Sssss! Secretario Ysabel-la este argumento é mi palestra: Permitidme que os insista y que os insista que la ruta hacia le Indie per la diestra que tantísima riquetsa suministra si puode ahora facher per la sinistra

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9 sin tardar en ello más, pues equidista. E al ser aquesta ruta muy ignorata per marine guenovese e portuguese, a cualquier hora del día que se hiciese trovaríase la ruta despejata. Fernando ¡¿Qué dice este pobre loco?! ¡Yo de mi asombro no salgo! Verás como tarda poco el loco en pedirte algo. Secretario Reyiníssima Ysabel-la: sed Vos mis velas, las que empujen mi proyecto hasta buen puerto. Creo cierto que para un primer trayecto me podrían apañar tres carabelas y el Tesoro Real, si le pedís un millón quinientos mil maravedís. Fernando, fuera de sí. Irónico en “el que Génova provoque”. Gritón en “no será profundo choque” ¡Mal gitano levantino! ¡Farfullero y marrullero! ¡Más largo que un valenciano de origen alicantino cuando se habla de dinero! ¡Es su alma de monedero! Toda su sangre atraviesa - y por sus poros supura - vieja usanza genovesa, que es la usanza de la usura. ¿El que Génova provoque nuestra escandalosa ruina no os produce a Vos un choque? ¿El darle a este filisteo una Armada, empleo y plaza no será la perdición? ¿No será profundo choque que Génova desemboque en la plaza de Colón? Ysabel, con cólera contenida Bien poco estáis razonando, Fernando, Y sí mucho exagerando. De nuevo tranquila y pletórica, se levanta

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10 Ysabel, de nuevo tranquila y pletórica, se levanta Tiempo es de Renacimiento: La Italia es toooda una feria, y aquí nuestra vieja Iberia ha de despegar al viento. La Historia y la enciclopedia verán que el Renacimiento -ese ilustre pasajero- pudo volar con Iberia a puntos del mundo entero. Sale de escena del brazo del Rey, muy despacio y muy mayestáticos. Luis espera a que salgan en posición de firmes, y sale detrás de ellos. Se cambia la luz. Ambiente de barco. Ruido de cadenas. Olas con telas. Carmina Burana? Se prepara el barco, cuerdas, velas, etc.

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11 ACTO II Marineros, Coro, Colón, Carmelillo y Brigada Entran todos hablando fuerte, protestando, riendo o lo que sea, mientras van cambiando el escenario. Cuando acaban de montarlo, se sientan, protestando por el cansancio. Mientras, Manuel empieza, y los marineros siguen a lo suyo pero con menos ruido, para que se le oiga. Manuel OJO, HAY QUE VER SI LE DA TIEMPO. TIENE QUE IR VESTIDO DEBAJO, como en la cantina No les gustaba Colón entre la marinería, ya que ninguno quería embarcar, sin ser resuelta, la duda de travesía: si solo una ida sería o sería de ida y vuelta. Colón No hallé en sucesivas levas ni soldados, ni artilleros, ni arqueros ni ballesteros de esos que siempre te llevas cuando has la flota de armar. Pepe Hacerse con él al mar era como ir al albur, se decía por lo bajito. Pero como eso era el Sur, y en julio los días postreros que allí son los más playeros… Manuel a falta de marineros nos trincó en los chiringuitos a freidores, posaderos, meseros y camareros, que jugábamos las bazas de echar horas en terrazas. Colón ¡Muera el gremio y quien lo hizo! El maldito camarero es un pez escurridizo

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12 si lo empleas de marinero. Sus reacciones son bruscas, sus iniciativas, planas. Nunca está cuando lo buscas, siempre cuando no le llamas. Para la mar eran malos, era difícil mandarles. ¡Ay Dios, en puerto de Palos los muchos que hubo que darles pa conseguir embarcallos! Tripulación semejante es flagrante humillación para todo un Almirante. Pepe Nuestra primera instrucción fue el lenguaje marinero que hubo que aprender de cero. Colón sin dejar de dar cara al público, vuelve algo la cabeza y grita ¡A mí novedades, Brigada! Brigada Aparece desde atrás trastabillando, se cuadra con chapucera marcialidad. Viste al uso, pero lleva un paño colgando del antebrazo. Tiene cerrado acento gaditano. Cushe, señó Armirante: Como novedá no hay nada. vengo de mirá p’atrá Y ehtá iguar que por delante Colón ¡Popa y proa, mal brigada! Y babor y estribor. ¡A ver si usamos mejor la gran jerga de la Armada! ¿Abordajes por Levante? Brigada ¿Y ezo que éh mi Armirante? Colón, cabreado ¡Intruso de mar abierta que haya ingresado en cubierta!

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13 Brigada, entusiasmado al poder dar por fin información valiosa. Mientras habla, Colón se va desesperando, hasta que termina por llevárselo de escena por una oreja. ¡Murtitú, mi Armirante! ¡Todo variao y frehquito! Noh ha entrao el langohtino, shoco, cassón y shopito, lenguaíto del muy fino, pargo, jurel y gallito mero, sargo, sigalita; una hurta a la roteña que éh asín de shiquitita pero que si uhté se empeña se la pongo en doh lomitoh. Robalo de aguas frías, atún como de almadraba. Y han entrao unah asedíah que hase díah que no entraban. Colón, harto, se lo lleva a empujones Diego insolente y desafiante ¿Se nos metía con apremio para tripular la Nao al gremio de hostelería? ¡El gremio se encargaría de que eso fuera un infierno! Antonio Todo el día ahí encerrao Pasando penas to el día… ¡El camarero no traga: No está pa oficial que ordena, está pa cliente que paga! Colón, que vuelve a escena En lo tocante al erario yo les hube prometido que más que hablar de un salario tendrían cama y cocina… Y al llegar al Nuevo Mundo, si había monto pecuniario, caería alguna propina. Diego Y no veas tú la caló Y no veas tú el descontento, Sin una pizca de viento

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14 Y obligación de bregar Manuel Caras, silencios, mohínes Pepe y hasta cuarenta motines le llegamos a montar Diego Que él optó por sofocar con recursos oportunos: látigo, potro o ayunos, inmersión por los tobillos… Antonio O aparejo de ambos grillos en las sus manos y pies. Colón cuando termina de hablar, sale del escenario. El Brigada entra fregando al empezar a hablar Colón. Y aunque dando gran traspiés de la una a la otra banda, y con pellejos sangrantes en aquellos días primeros, fue aprendiendo el camarero quién era allí el comandante y cómo entender la comanda. Brigada deja de fregar y se apoya en la fregona con ensoñación. En el segundo párrafo, se emociona y usa la fregona de micrófono HAMBRE Tengo casi veinte años y estoy ya cansado de remar; la familia y el hambre dejé atrás, delante, Dios dirá. Si existe un nuevo mundo más allá mis ojos lo verán. Y si no hay tierra ya en ningún lugar, me dará tierra el mar. Hambre, lo que siempre guía mis pasos es el hambre, sin cesar. Hambre, que pasaron mis ancestros y también mis hijos pasarán.

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15 Hambre, hoy te burlo bajo el remo de un chalado y quizá si el viento y el buen Dios me hacen desembarcar en el nuevo mundo el hambre he de saciar. Dicen que nuestro adelanto y nuestra fe vamos allí a llevar; la vida que conozco yo no sé si es para adelantar. Dicen que lo que al hombre ha devastao, Dios mismo lo mandó; ojalá el nuevo mundo esté dejao de la mano de Dios. Hambre, lo que siempre guía mis pasos es el hambre, sin cesar. Hambre, que pasaron mis ancestros y también mis hijos pasarán. Hambre, hoy te burlo bajo el remo de un chalado y quizá si el viento y el buen Dios me hacen desembarcar en el nuevo mundo el hambre he de saciar. Salen Colón y Carmelillo enzarzados y forcejeando. Éste se defiende al borde del sofoco. Colón, forcejeante ¡Voto a Bríos! ¡Sosegaos! ¡Monstruo, aborto, renacuajo! ¡Deteneos, os exhorto! Desasid los pelos meos que los arrancáis de cuajo! ¡Qué lacra a mí me ha tocao con este dechao de taras! Manuel … pero hay cosas que son caras, y ese es un recomendao, sobrino y bobalicón de Don Alonso Pinzón, el mesmo que ha sufragao lo más de la Expedición… Diego e quien corta el bacalao

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16 Pepe Y aunque este bulto inhumano no se tiene ni comporta, No le alza Colón la mano siquiera pa darle una torta. Colón, desembarazado al fin del tontito, abre los brazos y eleva cabeza y voz al cielo ¡Ah, fuerzas de la mar bravías! ¿Por qué os estáis como muertas, vuestro soplo reteniendo? ¡Llevo semanas diciendo que ya solo faltan días! ¡Ya siquiera me echan cuentas los pocos que me creían! Brigada, sofocado por la carrera ¡Almirante, Almirante, Carmelillo de Estepona se ha trepao al palo mayor, y hace ruidos de lechona mirando siempre a estribor (Se oyen estos ruidos, que son como la alarma de un submarino: como un cerdo en el degüello) Colón Carmelillo o cochinillo… ¡siempre le ha faltao un hervor! ¿Y entiéndese su berrea? Brigada Entenderse, no se entiende, mas mire el Almirante y vea cómo su tío Pinzón sube el mástil cuál ciclón y se le une en la azotea… Colón ¡En la cofa, botarate! Brigada, admitiendo la rectificación y continuando … en la cofabotarate Incluso junta sus manos y a la boca las arrima para hacerse así bocina y le escuchemos sin quiebra

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17 Carmelillo ¡Una panmera! Manuel ¡Tierra a la vista! Todos, acercándose de un salto al centro del escenario. Los que estén fuera de escena, entran ¡Tierra!

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18 ACTO III Colón, Escribano, Brigada y Coro. Todos los marineros excepto Nacho y Jose María dormitando en la cubierta del barco. Colón, se aproxima mudo y cabizbajo al borde del escenario. Mira al infinito y no dice nada durante 2 segundos. Luego, abatido y abochornado, lentamente: Muy bochornoso ocurriera nuestro primer desembarco. otro silencio, quizá se cruza las manos a la espalda, ladea la cabeza y cambia a un tono rememorativo Habiendo, a tiro de arco, anclado las carabelas en cauteloso redil, despaché en un bote a tierra desnutridos marineros por si en esos derroteros fuera el indígena hostil, o, entre otras aberraciones, predador de hombres enteros. Ya íbamos mal de raciones y sobraos de camareros. Invité también al cura, que oronda salud irradia, a ir portando el crucifijo, mas la Iglesia, según dijo, no gusta de la vanguardia. Brigada, llega corriendo y espantado. Se pasa la servilleta por el sudor de la cara ¡Mi Armirante! ¡Mi Armirante! Noh ha sussedío hasse poco cossa la má ehpantossa! ¡Ay, Dioh mío, qué ssofoco! ¡Ay, Virhenssita, qué cossa! Colón, asustado y cabreado ¡Prenunciad bien, ruin brigada, y haced relación con seso. Yo hablo lenguas… y todo eso, ¡y a vos no os entiendo nada! La marinería se va despertando entre murmullos con los gritos, y se van acercando poco a poco para ir escuchando. No todos a la vez, cada uno en un momento distinto de la historia. Uno hace que recoge velas, otro que remienda redes, todo con tal de escuchar la historia y que no les echen de la cubierta.

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19 Colón ¡Escribano! No sean estos hechos en vano: idme los hechos diciendo por que al ir yo traduciendo los escriba el escribano. Brigada, recobrando el aliento Cuando quedamoh er bote arrastrao fuera der charco… Colon, carraspeando ceremonioso “Fecho que fue el desembarco…” Brigada Loh indioh a mogollón con cara de guassa y malahe… Colón “La indígena población pronta a prestar vasallaje…” Brigada Llegaron y nos sentaron en un sírculo que hissieron; luego un poco noh olieron y un poco se separaron Colon “Muy prestos a conciliar, pronto nos aposentaron…” Brigada Zí que noh zentaron, zí, ya que ehtábamos allí… Y aluego noh preguntaron que si éramos hijoh der viento, y qué plan teníamoh en vihta. “Primero, el Dejcubrimiento, y a luego, sha, la Conquihta”. ¿Cuáleh zon de la Conquihta, preguntaron de ansia llenoh, lah ventajah y bicocah? “Unah menoh, y otrah pocah”,

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20 tornamos presto a aclarar. “Lah tierrah tendréih que ará, ponersse argo máh de ropa, cuidarnoh ganao y hassiendah, abrassá bien nuestra fe y entregalnoh, sin contiendah, el oro allá onde estéh. Pero ehto sus va a guhtá, de aquí a unoh añoh vihta, porque sus vamoh a dá, curtura renassentihta. Colón “Tras dar los pasos exactos, mostrando buenas razones pronto llegamos a pactos entre civilizaciones” Brigada Entonse diho el cassique que cómo era esa curtura, que a vé, que arguien se la ehplique. Y le íbamoh ya a dessí, pero anteh de dessí argo, sartó áhi de entre la bruma un piasso de león carvo que allí le dissen er puma y que se lío a ssancadah pa ande ehjtábamoh nossotroh. ¡Ay San Cohme y San Damián y todo loh santoh otroh! Escribano, preguntando a Colón Perdón, ¿merece punto y aparte esta parte del león? Colón, haciendo gesto con la mano de que no se apresure el escribano Escribano, no forcéis de su relato la traza: escuchad bien y oiréis cómo al fín le dieron caza. Entra Carmelillo, renqueante. Brigada Fue vé a ese bisho grandote como diéh gatoh montéh

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21 y enfiláh todoh par bote saliendo todoh por piéh. Cuando ehtuvihmo ya a sarvo, dehpuéh de aqueya enssserrona, sentihmoh con un hilillo que noh orvidábamoh argo… ¡Y vimoh allá a Carmelillo, Carmelillo el de Ehtepona, le señala que aullando y hassiendo er pino había puehto en fuga ar felino y daba brincoh sin cuento y unoh gritoh de lechona. Colón ¡Caray con el de Estepona! Mira a Carmelillo Y los indios, ¿dónde estaban? Brigada Loh indioh, ehtaban todoh mah quietoh que una figura sin quital-le ojo un momento. No juntaban la cordura pa entendel nuehtra curtura… quéh la del Renassimiento. Escribano, todavía de pie ¡Qué aventura, mi Almirante! ¿Debo tomar nota essata? Colón, meneando el dedo índice en gesto de negación. Y recreándose en la pronunciación de las “ces” antes de consonante. Acto impreciso e inexacto cuya torpeza me impacta, no debe constar en Acta sino borrarse en el acto Escribano, con cara de no entender ¡¿Y luego, mi Almirante?! ¡A ese lenguaje no llego! Colón, clamando al cielo, cabreado ¡Oh, vil destino inclemente! ¡A tu crueldad me doblego! ¡¿Justamente el escribiente tenía que ser gallego?!

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22 Vuelto ahora hacia el escribiente, le escupe su traducción al gallego masticando con furia cada palabra: ¡¡¡Ato impreciso e inesato cuya torpeza me impata, no debe constar en Ata sino borrarse en el ato!!! Cocinera ¡Provoca ira e inquina, camareros, vuestro oficio! ¡Siempre atento a la propina y nunca a dar buen servicio! ¡Qué suerte más malhadada fue vuestro reclutamiento a despecho de su queja! ¡Pensar que el Descubrimiento que sería a cruz y espada será con cruz y bandeja! Colón Moved la mano, escribano, y anotad con precisión: Yo, don Cristóbal Colón, de muy amplias credenciales, Escribano, deteniendo del brazo a Colón ¡Cuidad el talante, almirante! Si fortuna vendió cara esta epopeya primaria, quizá ello aconsejara que el almirante adotara una postura estatuaria Colón, copiando la postura del Escribano, mientras va entrando Brigada, fregando. Cuando acaba de hablar, sale de escena Colón Yo, Don Cristóbal Colón, de muy amplias credenciales, a Indias occidentales he llegado de un tirón. He hecho nuevo itinerario ignoto a los navegantes, y quinientos años antes de su quinto centenario.

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23 La marinería se acerca al centro, cada uno desde su puesto, mientras cantan vaya filon hasta expedición, y hacen un grupo compacto para cantar. En ya habemus empiezan a moverse de izquierda a derecha, todos juntos, como con el movimiento de barco. VAYA FILÓN ¡Vaya filón, descubrió Colón! ¡Glorió-saExpe-dición! Ya habemus novus mundu-us lo colonizaremu-us, Aquí se tomará el sol, aquí se hablará español traerá múu-cha cola esto de Colón. ¡Vaya estirón dan de sopetón Castilla y A-ragón! Vendremos con Iglé-sias chiringos y taber-naas, alegría y buen humor, corazón y cerrazón, desdé míl cuatró-cientos novén tay dós. Salen de escena sólo los que tienen que cambiarse para el siguiente acto. El resto se queda, a sus quehaceres.

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24 ACTO IV Manuel, Cortés, Cacique, Escribano, Cura, Ana Selia, Atahualpa y Pocahontas Manuel Como si el nombre “Colón” fuera una premonición de futuro “coladero”, al Almirante pionero le siguieron navegantes que nunca navegaron antes. Mónica Por aquello de explorar Manuel Y de paso, llenar arca con oro del nuevo mundo, Mantuvo cada monarca Nutrido afán marinero. Tanto el rey Carlos, primero, Eva Como Felipe, segundo Mónica El afán recaudatorio prima sobre otro interés cuando la ambición rezuma Manuel Cortés, que era persuasorio, dejó claro a Moctezuma el coste de expedición: Costes por hombre y navío incluida colonización. Eva Quien paga un envío exprés -y ahí fue muy convincente Cortés ante Moctezuma- ha de ser siempre el cliente

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25 Mónica Pues en eso lo cortés nunca quita lo valiente y se quedan en escena a sus quehaceres, mientras se pasa la escena a tierra, donde ya está el cacique preparado. Entra la expedición española, primero Cortés, luego el cura y finalmente el escribano, que se queda muy serio y atento, al lado de la expedición. Cortés, dirigiéndose al jefe indio Salve a Vos, rey o cacique: ignoro en este momento cuál es vuestro tratamiento: os daré el que Vos me indique. Cacique, serio, con lanza y plumas, se dirige sobre todo al público Emperador soy del Sol Señor de la tierra y del mar, soy sobrino del jaguar y nieto del Quetzalcoatl, que habita el Popocatepetl, allí junto al Iztaccihuatl. Soy la sangre del Nahual y el bisnieto de Ixchel, y soy Ese sin el cual no habría ni éste ni aquel. Escribano, disculpándose ante Cortés, con marcado acento gallego Comandante, con perdón, ¿precisáis en este Ata la completa filiación? Si es así me convendría revisar la ortografía… Cacique, dirigiéndose a Cortés antes de que le de tiempo a responder Para cuanto me platique a apearme el trato le invito pos que assí usté lo resuma; así que, mi patronssito, podéis llamarme cassique o, casi que, Moctessuma. Cortés, despide al escribano mientras agradece con inclinación de cabeza la deferencia, pide ir dejándose de rodeos y presenta al cura Vamo a vé, según lo entiendo, si vamo ciñendo un poquito. Quisiera a Vos presentar

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26 a quien tenéis ya delante, y que es el representante de toda la cristiandad. Cura, pausado y curil Mi buen cacique, hijo mío, aunque tu pueblo sea infiel sois iguales para Aquel que te hizo de mí envío. Cortés, inquieto Iguales todos en Dios… ¡mas no iguales entre nos! Y si hablamos de Conquista, que es lo que estamos haciendo, no lo perdamos de vista… Vamos un poquito… ciñendo.. Cura, recriminador y tajante Mucho tiempo habéis morado en el seno del pecado; pero con nuestra llegada dejaréis ya esa morada Cortés, con entusiasmo de marketing La morada del pecado y el aislamiento, por cierto: como os hemos descubierto todo eso se ha acabado. Dejáis ya de estar aislados. Cacique, cauteloso y componedor No deseo contrariarles, mis queridos patronssitos, mas déjenme platicarles sobre este mi sentimiento: cuando estábamos cubiertos -antes del Descubrimiento- y con pecado habitando… ¡no mas íbamos tirando! Cura, molesto, puntualizando con el índice hacia abajo Sí… ¡pero “tirando” mal!

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27 Cacique, al público hasta “y vos desís… “ que se lo dice al cura Nuestro mundo es muy frutal, hay cassa, pesca y buen clima, uno camina tal cual… si ve a una se le arrima, ¡siendo incluso que si hay bruma…! Cortés, encareciéndole que vaya al grano Ciñendo, señor Moctezuma. Vamos un poquito ciñendo. Cacique Hay de todo en abundanssia sin que surja ni una grieta ni en despensa ni en alcoba. Y vos dessís que esa soga quissá mucho nos aprieta… Aprieta… ¡pero no ahoga! Cura, fuera de sí. Se levanta airado de su silla y le amonesta con el índice ¡Negad a Satán, buen cacique! ¡Salvación no es negociable! En pecao… mejor no hable. ¡No hable hasta que se le indique! Cortés, conciliador, se inclina hacia el cacique y le va dando golpecitos en el hombro mientras le habla. Deponed armas y fe hacia vuestro dios menor. Nuestra fe es la mejor y aunque cursa con rigor entre cetros y sotanas, bulas, ayunos y hogueras, guerras santas, aunque fieras, tejemanejes, concilios y gran martillo de herejes, si te aúpas y vislumbras que es religión de amor… luego… si eso… te acostumbras a aguantar el sambenito. Hala, vamos ciñendo un poquito… Cacique, a Cortés ¡Ay, ¡¿cómo crees, patronssito?! ¿Vas mi rango a ningun-near? ¿Mi empleo y sueldo a arrastrar

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28 puritito por el fango? Cortés Hombre, estamos tanteando… ¡tampoco hay que exagerar! Cacique, al público Yo soy mexica y asssteca: hassste cargo de lo largo que mi cargo ramifica. Cortés Don Moctezuma, al Suplica… Cacique ¿Sas cómo hasta aquí vinimos? Vensssimos a tecpanecas, tlaxclatecas, xochimilcas, texocanos, huexotzingas y a los mismos cholultecas. Soy del gobierno el artífissse, todos los cargos asssumo, soy muy sano, bebo sssumo y soy el Sssumo Pontífissse Cura, escandalizado, amagando pegar al cacique con su crucifijo ¡Torpe blasfemo! ¡Hereje! Cortés, componedor, llevándose por el hombro al cacique Déjeme a mí, Mosén, deje. Cacique, dejad que insista: esto no es guerra: es conquista. Es etapa progresista, no hay desdoro al negociar: ¿Tienes oro? ¡Me das oro! ¿No me lo das? ¡Lo arrebato, y así cerramos el trato! Me das tierras y cultivos, me dejas hacer cautivos ¡Me das pruebas de amistad! Cura Del orbe, las latitudes, se hacen breves y vecinas si abrazas nuestra Corona.

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29 Cortés, mientras se va llevando al Cacique de escena Y al revés: si no la tomas sería corona de espinas. Te harías un daño tremendo. Lo digo por ir ciñendo… El cura pasea por el escenario esperando su música. En inclinaos entran todos a cantar, y es entonces cuando se ilumina otra vez el barco. ABRAZAD NUESTRA FE Hijos míos España os viene a traer su cultura, su forma de ser, y de pensar Inclinaos y abrazad aquí nuestra fé tal y como allí nos la enseñaron Dejad ya la esclavitud de la ignorancia por el monto agridulce de nuestra experiencia Hijos nuestros, el tiempo no va para atrás, nuestro mundo es ahora el vuestro ¿Será espejo de nuestra virtud o nuestro error? Somos mezcla de amor y codicia. Será sitio de oportunidad y mundo mejor? Eso nunca lo sabrá Colón. Será sitio de oportunidad y mundo mejor? Eso nunca lo sabrá Colón. El cura sale de escena Manuel Del llano a la altiplanicie se conquistó en gran periodo el territorio emergente Jose Y al haber allí de todo y ser una gran superficie lo llamaron Continente. Pepe La cultura indigenista dejó asombrado, no poco,

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30 al cronista, algo humanista, de la ruta del Orinoco Manuel, con voz de bando, mientras el cura vuelve a entrar con un bol enorme de palomitas, y se sienta en uno de los módulos. Aunque admiro e idolatro, nuestro hispánico teatro -hasta en sus comedias malas- por ser del siglo de oro, he advertido, y corroboro que, aunque aquí no hay corralas, tienen aquí los nativos artes interpretatorias con las que cuentan historias de acalambrantes motivos: incontenibles pasiones, odios rasgados con celos en todos los episodios, amoríos perseguidos y seguidos de traiciones… Pasiones enrevesadas a cuyo final no llegas, pues se sirven por entregas pero en varias temporadas Ana Selia Maracaibo que empieza a hablar desde bambalinas, persiguiendo a Ata, que ha salido delante ¡Carlos Fernando Atahualpa, todo mi odio tú afrontas: a mi amor diste la espalda entre la boca y la falda de Ana Emilia Pocahontas! Ata ¿Quién es esa? Yo no caigo… ¡Tus sselos te han confundido, Ana Selia Maracaibo! Cura, volviéndose hacia el público para bisbisear, mientras come palomitas. En más te atan a la silla, sorbetón de cocacola. Ata y Ana Selia siguen discutiendo, mudos. Estos teatrales salvajes del pecado el rizo rizan si se meten en rencilla. Y, aunque en pecar son voraces, cuánto más te escandalizan ¡más te atan a la silla!

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31 ASM ¡Ay lobo con piel de armiño! ¡Qué feo miente tu mirada! Te he criado desde niño porque era tu criada, hasta que de mosetón, a base de revolcón me arrancabas blusa y alma Ata Tus brazos eran mis brazos, y tus piernas, las más tiernas, pero al estallar tus celos cerraste braszos y piernas. ASM ¡Porque ya tú no me amabas! ¡Porque como buen malcriado te avergüenzas de la criada! Ata ¡Pero cómo tú así piensas! ¡Eso son duras sentencias…! ASM ¡Te avergüenzas! ¡Te avergüenzas! Ata ¡Tú así la cosa has querido y me da igual si me abroncas: me he ido, sí que me he ido; me he ido con Pocahontas, pues de ti ya me he aburrido. ASM ¡Ya te sinceraste, traidor! ¡Monstruo carnal y lascivo! ¡Saco relleno de orgullo! ¡No quiero nada contigo Porque no te lo mereses! No quiero nada contigo… pero espero un hijo tuyo y estoy ya de cinco meses.

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32 Ata ¡Ah, qué bruja despechada! ¡Mi honor de familia se exalta! ¡Cómo ocultar que Atahualpa tiene hijo con la criada! ………………………………………………. ¡Procedí a locas y a tontas! ¡¿Qué le diré a Pocahontas!? ¡Ella no ha de saber nada! ¡La rapto en cuanto se acueste y huimos hacia Levante! Mi tío Padilla, el de España, en la Armada de Castilla me ha prometido una plaza. Entraré de cabo chusco… ¡mas saldré de capitán…! ¡…y de allí me pasarán luego a mandar tropa en Cussco! Y hoy, la navegación, deja juntos los dos mundos: ¡Pocahontas, tú y yo, juntos, no daremos salto brusco de la plaza de Castilla hasta la plaza de Cuzco! ASM, masticando lentamente las palabras Pocahontas, so ignorante, hija de Ernestina Agudo y de ese indio cornudo oriundo del Paraná no es hija de su papá Ata ¡Mientes, hembra casquivana, por ese rencor tan tuyo! ¡Di lo que te venga en gana! ASM ¡Su papá es el mismo que el tuyo! ¡Pocahontas es tu hermana! Ata, aullando y cayendo de rodillas ¡Nooooooooooooooooooo! Cura, mientras ASM sale, se vuelve hacia el público y confiesa, otra vez con la boca llena de palomitas:.

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33 Quebranta tanto el sosiego el arribar a alcanzar el colosal desenlace de todo cuanto acontece… que ni en seis días ni en trece osas tu asiento dejar: ¡No te hace! ¡No te apetece! Al poco, llega Pocahontas y Ata se levanta yendo hacia ella Ata, disponiéndose a confesar Pocahontas, mi rosal, ¡llego a ti casi sin voz! Sucedió algo especial… Poca, interrumpiéndole ¡Ay, Ata, y esa noticia ¿no te parece genial? Ata ¿Cuál noticia, dime? ¿Cuál? Poca ¡El cacique, Ata, el cacique! Ata ¿Qué quiere el cacique ahora? Poca Sin un hijo en quien abdique, cuando le llegue su hora, ¡me ha nombrado sucesora mi tio, nuestro cacique, para salvar su linaje…! Ata, tragando saliva ¡Ay, Poca mía…! ¡Pues sí que…! Yo pensaba en un viaje… Poca, risueña ¡Qué viaje, so chorlito! Le hablé de ti a mi tiíto

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34 y al instante te aprobó. Ata, horrorizado ¿Le has contado que tú y yo…? Poca Ya él lo anunció en la corte: serás cacique consorte para hacer lo que te plazca y mover los entresijos. Y, al mayor de tus hijos, o sea, el primero que nazca, le nombrará sucesor. Prepara ya con tronío todo un bodorrio a lo bestia. Ata, acojonado y quejumbroso ¿Por qué se toma tu tío, el pobre, tanta molestia? Poca, firme y convencida Porque ahí mismo ese hombretón tiene corazón de guaje: no conoce otro lenguaje que el del propio corazón. Ata, con un hilo de voz Y ¿tendrá el corazón tierno igualmente para el yerno? Poca, convertida ya en propagandista política de su tío Su corazón no escatima. Es como una gran palanca. ¡Como un motor de explosión que arroja una furia blanca! Si alguien se lo lastima, le engaña o le causa quiebra, él al otro se lo arranca con un cuchillo de piedra. Ata, sintiéndose un poco mareado ¡Ay, Poca, mi luz, mi brisa! respecto a nuestro noviazgo ¿no vamos algo deprisa…?

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35 Poca ¡Ay, Ata, no temas nada! Wilson Nicolás Pampero que es nuestro fiero cacique ha redactao un nuevo fuero que, aunque tú no valgas nada, por ley te recalifique por mor de su cacicada. Ata, como para el público ¡Estirpe de poderío y salvajes por demás han sido estos “Nicolás” desde el bisabuelo al tío! Poca, que lo ha escuchado, inicia el recuento de la estipe de los Nicolás El bisabuelo lejano fue Nicolás, el Anciano. Ata, continuando la saga El tío abuelo fue detrás como Nicolás el Viejo. Poca, complaciéndose en su parentesco Y ya cerrando el cortejo y haciendo un muro al futuro es mi tío Nicolás, tras el Anciano y el Viejo, el gran Nicolás Maduro. Mira su condescendencia: Como el Atahualpa es feo me obsequia, como trofeo en prueba de señorío para nuestra descendencia que usemos el Nicolás ¡es tan cariñoso, el tío! Ata ¡Tal parece que me apartes, dejando mi nombre atrás cuando tanto me querías! Poca ¡Atasito, tonterías!

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36 De aquí a poco, ya verás, se hablará por todas partes del pequeño Nicolás Ata, reanudando lo que iba a confesarle a Poca cuando apareció Poca mía, cielo, escucha. Mucha pena me convoca porque tú, Poca, eres mucha. Un hecho descomunal Nos vino ahora a dividir: ¡ya no podremos seguir Juntos y solos los dos! Poca, tras un silencio feliz, grávida de alegría Atahualpa, en tu rosal hay un pequeño capullo que ahorita está germinando: ¡Ya yo espero un hijo tuyo! No te quedes ahí mirando trae acá la mano y palpa, que ya se nota con creses Carlos Fernando Atahualpa. Ata, horrorizado y haciendo un cálculo mental de meses Y tú estás… ¿de cuántos meses? Poca, rebosante Estoy de dos, vida mía. ¿No te mueres de alegría? ¿No halla en tu pecho arraigo por entero este hallazgo? Ata, desmayándose, cayendo y muriéndose sucesivamente Sí lo halla, vida mía. Fíjate tú cómo caigo. Cómo muero. Y cómo yazgo. Se congelan, Ata muerto y espatarrado, Pocahontas horrorizada e inclinada hacia él, una mano en su boca y la otra en el corazón del amado. Cura, que vuelve a dar sorbetón a coca cola cuando termina Tan atrayente y profusa hacen la interpretación que, aunque muy vulgar y tosca,

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37 la curiosidad engatusa, y en el ánimo se enrosca, cual el ofidio al lechón. aquí, la gente de oficio, la llaman el culebrón. QUIZÁS Las chicas salen con Luis, que va timándose con unas y otras. Yo, india, te pregunto si tú me correspondes. Y siempre me respondes Quizás, quizás, quizás Después de tantos días y meses navegando para irte conquistando tu, zás, te vas p’atrás. Llegáis pisando fuerte pidiendo, mandando. Cuando aprendas maneras lo iremos tratando. Tu pupila en las mías, yo te iba preguntando. Y tú, pestañeando… Quizás, quizás, quizás No creas que con canciones me vas camelando dime tus intenciones e iremos hablando Cuando cruzas el puente, el talle, cimbreando, la tropa alborotando ¡pa qué queremos más! Ay, y así pasan los días, y yo, Ay, desesperando, y tú, tú, tú contestando; quizás, quizás, quizás quizás, quizás, quizás quizás, quizás, quizás. Salen todos cantando, mientras entra Colón, que se pasea por el barco, y a continuación Diego, Luis y Eva y Mónica, otra vez de marineros.

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38 ACTO V Marineros, Brigada, Colón, Cura, Rey y Drake. Diego Cuando Cristóbal Colón con su nave camarera, sin atender a la queja del monarca de Aragón, puso a Castilla en bandeja Brigada, mientras mira al mar con un catalejo -con claridad meridiana- Diego que la tierra no era plana sino en forma de balón, toda Europa puso en ronda flota mercante y rampante, en la océana rotonda. Manuel Muy pronto Colón vería - pues el tiempo desengaña a través de sus azares-, que el pirata y la piraña en unos y en otros mares hacen grande tropelía Brigada, alarmado ¡Mi Armirante! ¡Mi Armirante! ¡Ahí argo se nos arrima! Colón, escéptico y sarcástico, sin dejar de escarbarse las uñas ¿Mero… lenguado… corvina? Brigada, timorato ¡Que no, que no, mi Armirante! ¡Que éh pirata de mal fario! Colón, entrando en alerta ¿Y qué tipo es de corsario, moro, bretón, tunecino,

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39 turco, corso, bereber, promotor alicantino, franco, flamenco o sardo? ¡Preciso saber qué es! Brigada, mirando con el catalejo Me paese qu’ehte è inglé, de loh que sacan siempre argo. Trae detrá nube de shubia, va navegando al revé, é de piel sonrosadisha, y baho la calavera, sheva en lugá de dóh tibiah dóh cusharita de té. Colón, dando órdenes. Cuando empieza los marineros dejan lo que están haciendo y se ponen en marcha precipitadamente. (lío en el escenario) ¡A los puestos, camareros! Tomad cazos y sartenes para proteger los bienes de esos piratas rastreros; atizad con golpes recios, tal como hacéis con los precios. ¡Atizad a los cojones reveses bien apañados a esos sajones gandules: los quiero yo ver azules a esos cerdos sonrosados! No les dejéis abordar, ¡defendeos como el tigre! duda un momento, al oir el ruido de la pelea … y si consiguen pasar decid que al ser hoy feriado está todo reservado y no queda mesa libre. Brigada ¡La mare que su parió, mariconeh! Drake ¡Stop striking with the pan, son of the bitch” Drake, aparece sonriente en el escenario con una taza de té y una sartén en la mano. Where do you come from, my Dear? ¡hievas ohro hasta en cubieh-ta!

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40 Colón, cauteloso, irónico. Mientras, entra Mónica a quitarle la sartén de la mano con rabia. Nada. Que me he arreglao un poco… para ir a dar una vuelta. ¿Quiénes sois y aquí qué hacéis, poniendo a mi Armada en jaque? Drake, fanfarrón Soy el mismo Fransis Dreik, marino sevil de empaque Colón, ponderando la extraña pronunciación sajona Nombre difícil tenéis… Drake, facilitando el entendimiento mercantil Por eso no os compliquéis: You can call me Paco Draque. Colón, esquivo Se me hace algo temprano para trato campechano. Se me hace duro eludir de confianza este alarde, se me hace triste partir… pero ahora debo ir pues se me hace un poco tarde. Drake, irónicamente apesadumbrado Me chemo que es complicaro Si te fihas, lo verás: mi maniobra, chan bien hecha, te ha dejaro bloquearo por delante, por detrás, por la isquiehda y la derecha. Brigada, alegre por su superioridad de oficio “¡Babor y estribor!”. ¡Novato! Colón, fuera de sí ¡Vos callaos de inmediato! ¡Que os encierro en la sentina de hoy mismo en adelante!

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41 Brigada, asustado ¡Me voy, me voy, mi Armirante! Me marsho, ¡oído cocina! Colón, negociando Si hablar es lo que buscáis, hablad presto, que os escucho. Drake, irónico ¿Puedo quissá preguntaah si ese ohro que lleváis no es demasiaro mucho? Colón Soy marinero y mandao, pues allá en mi Nación el rey manda por entero. Y sabéis que si hay patrón no manda allí marinero. Drake, corroborador Esa prosa no es extraña: nosotros en Gran Bretaña padesemos misma cosa. echa una ojeada al cargamento de oro y silba de admiración ¿Cuánto puede esto costar? Rey, entrando del brazo con el cura. ¡Mirad de cambiar el tercio…! Esos lingotes tan finos que me traigo de ultramar no están aún en el comercio aunque sean ultramarinos. Cura ¡Son recursos que Dios manda en propaganda de la Fe! Rey, con cierta sorna Combatir a protestantes… Sofocar bien sus demandas… ¡Son cuantiosos y constantes

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42 los gastos de propaganda! Drake ¡Son deberes afanosos! ¿Qué preceptos religiosos venís obligado a? Cura La nuestra es religión de amor con todos sus derivados: Colón amar a más y mejor, Rey ser dulce y caritativo, Cura perdonar bien los pecados, Colón amar hasta al enemigo, Rey evitar toda rencilla Cura y poner la otra mejilla Colón caso de ser rencillado. Rey Extender la caridad, Cura obviar riquezas y honores Colón porque, en sirviendo a tu Dios,

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43 Rey no sirves a otros señores. Cura Ser manso, humilde y sencillo Colón y propagar paz en la tierra. Drake ¿Y cómo el Príncipe extiende, en su soberano hacer lo que ese decálogo encierra? Rey ¡Pues lo extiendo con la guerra! ¡¿Cómo lo iba yo a extender?! Drake ¡Qué elevado ministerio! ¡Qué noble labor dispensa! Colón Sí, está entre monasterio… y ministerio de defensa. Drake ¿Y cómo esa ley de Dios, que a amor y perdón se aferra, puede prescribir la guerra? Rey, ingenuamente sorprendido ¡Caray, qué buena pregunta! Seguro que gato encierra… Cura ¡No hagáis caso, Majestad, al trabalenguas liante del taimado protestante! Su lógica y su razón ¡para la fe son cadalso! Cuanto diga de verdad…

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44 ¡haced cuenta de que es falso! Drake Perdonadme si lo ignoro: son guer-ras de relihión a ser hechas y pagadas con ese montón de oro? Rey ¡Hombre, claro que lo son! Por eso este oro incautado tiene elevada misión. Drake Pero, extender relihión, ¿no lo han de hasser sasserdotes? ¿No son ellos supuestos de tener de humildad y abnegación no pocas dotes? Yo fui dicho que hay legión de sotanas y tonsuras en Castilla y Aragón… ¿Por qué no mandáis a curas a enseñar la religión y os ahorráis esos lingotes? Colón, escéptico y ausente Enseñarla a quien la ignora no entraña dificultad; lo difícil, de verdad, y allí donde surge el roce, es hacer que se profese una vez ya se conoce; Cura Quien nos deja en entredicho es siempre el fiel no ejerciente: no el infiel, ¡sino el creyente! es el que sale mal bicho. Rey Si en procura de la fe hemos de enviar al cura, en terreno conquistado -donde la fe no perdura- hay que dejar al soldado: ahí ya no vale el cura.

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45 Drake, sorprendido y prudente Puedo sonar algo inculto… pero paresse abultaro el pressio de vuestro culto… Cura De la caridad cristiana, lo que nuestra Iglesia aprecia, es que la obres de buena gana con un diezmo de lo que cobres Drake Y, ¿se lo das a los pobres? Cura ¡Y se lo das a la Iglesia! ¡Mirad que sois retorcido! El fiel es sujeto pasivo de esta divina prebenda Drake ¿Y es fácil que esto él entienda? Colón, aséptico El fiel siempre es cicatero y esto le suena raro. Pero el conjunto del clero esto lo tiene muy claro. Rey, reivindicativo hacia el cura Y ese diezmo del que hablaseis y que yo respetaré, no hará mal que recordaseis que aunque por fe lo impusieseis, si no es por la ley del rey… ¡dudo yo que lo cobraseis! Cura, mirando al suelo con cara de obviedad Majestad, fe muerta es la fe que cursa sin obras, y es fe muerta si no cobras al vasallo de su mies. mirando ahora al rey

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46 Y no hace falta que os diga, que dará ejemplo el monarca siempre que esta fe suscriba con la espada… y con el arca. Rey ¿Por qué ha de andar a caballo en esto, el divino impuesto, siempre entre el rey y el vasallo? Sería cosa más sencilla que -doblones u oraciones- el vasallo, adoctrinado, haga sus contribuciones en distinta taleguilla: en el castillo, doblones, y oraciones, en capilla. Cura, airado primero, luego conminatorio ¡Eso nuestra fe mancilla! ¡Temblaría en santo enfado el Papa hasta la papada! … y hasta puede que el papado del rey hiciera papilla. Drake En materia pecuniaria que troquéis, os rogaría, teología tributaria por santa tesorería: Pues me intriga la cordura en tu religión, al ver que exige soldado y cura en jornada muy intensiva pa poderse mantener… ¡Debe de ser expensiva! Cura ¡No todo el dinero lo es! Drake Sí que para mí lo es, no olvidéis que soy inglés. Y si la fe es tan costosa -perdonadme el que insista- ¿por qué no exportáis otra cosa a la tierra de conquista?

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47 Rey ¡Sois muy necio u os lo hacéis! Pues si católico sois lo sois estéis donde estéis. Drake Se ve que no sois inglés: si emprendo con mi dinero algo que ingreso no ingresa, lo que emprendo es mala empresa Cura Pues nosotros, al infiel, amén de enseñarle fe, lo pulimos, lo educamos, las leyes de Indias le damos y nos mezclamos con él Drake Nosotros no derrochamos lo que es bueno y cuesta caro otorgándolo de gracia. Ahí tienes la democracia: a nosotros nos la dimos y nosotros la acatamos. ¡Pero jamás la exportamos! Colón ¿Cuál es pues, al nuevo mundo, la vuestra contribución? Drake Al llegar a nueva tierra construimos y vivimos como si fuera Inglaterra: ni en una ni en otra tierra hablamos con los vecinos. Lo que nuestro acuerdo encierra viene a ser un pacto eterno en forma de toma y daca: Les ponemos un Gobierno a cambio de que en su tierra se nos de cuanto se saca para llevarlo a Inglaterra. Si el gobierno soberano se nos sublevara luego,

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48 les libramos del tirano y ponemos uno nuevo. Rey Curiosa manera es esa de enlazarse los dos mundos y no quedar confundidos Drake El comercio siempre es duro; los vemos como bastardos -usados, mas no queridos-. Es nuestra apuesta a futuro de qué es Estar-Dos-Unidos Cura ¡Ir tras material provecho es moderna idolatría! Drake ¡Oh mi Dios, tarde se ha hecho! ¡Y qué buena sintonía la de este agradable foro! Pero ahora me llevo el oro, que yo es a lo que venía, y, lo que es la teología, quedáosla vos, os lo imploro. Cura ¡Depón tu ambición, infiel! Y tu asedio ya levanta. El oro de este bajel, aunque en el medio del mar, has de verlo como altar consagrado a guerra santa. Colón, amenazador No traen cuenta las afrentas a mi escuadrón camarero que, a malas, puede ser malo. Si la prudencia no tientas cuando te ajusta la cuenta te puedes llevar un palo.

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49 Drake, pidiendo calma ¡Caballeros, caballeros! No ha de medirse el assero que arma a mi tropa inquieta con el mandil, la libreta y el trozo de lapicero que empuñan tus camareros. Y como en un mar tan fiero mientras va saliendo de escena del fuerte rige la ley, ordena a tus camareros que me hagan un take away con los lingotes enteros. Colón, adelantándose al centro del escenario, mientras Drake va a coger el oro Este final degradante a mi expedición arruina… pero prima el tripulante cuando el inglés no escatima en filo o arma punzante: resistir sería fatal, y el final sería sangrante. ¡Subid ya con el pescante el oro de la sentina! Brigada ¡Bien pensao, mi Armirante! ¡Armirante, oído cocina! Colón se queda paseando por el barco, y se termina sentando, cansado. Entran los marineros y se pone cada uno a su faena. Con desidia. Alguno incluso se sienta y dormita, o bebe de una petaquita. Las chicas no entran.

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50 ACTO VI. Escena 1 Un Colón veterano de muchas idas y vueltas. Cansado y escéptico. Brigada entra corriendo ¡Mi armirante! Mi armirante! Traemo notissiah frehquitah de lah sercana siudadeh Colón se levanta, le agarra de una oreja y le va tirando a medida que le recita, despacio y autoritariamente, cómo se ha de dirigir a un primer oficial de la Marina Colón “¡A la orden, mi Almirante, si Vuecencia a ello invita presento mis novedades!” ¡Cuida bien cuanto se diga, so ignorante, que te llevo desasnando media vida! ya más calmado Y, ¿es buena la novedad? Diego, con cachondeíto Mitá y mitá, mi Almirante. Colón ¡Vil camarero zumbón! ¡Carnaza de tiburones! ¡Dadme en un solo renglón la total información! ¡No me la deis por raciones! Manuel El gran puerto de El Dorado lo tenemos ya delante. Colón ¡Aleluya, hemos llegado! Brigada Pero es que el mar lo ha enfangado, la navegación se empotra y está por desenfangar

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51 Colón ¡Mil veces me cago en la mar! ¡Cuando no es una cosa, es la otra! Antonio Pero no hay prisa, Almirante, que no está la carga presta. Colón ¿Qué no está presta la carga? ¡Qué clase de burla es ésta! Hace una leve pausa y clama para sí Con ese criterio y trazo tu brazo, Castilla, da asombro. Levantas sola un imperio y luego, tu mismo brazo, lo tiene manga por hombro Manuel El indio en recolección cambia la cesta por siesta pues es perezoso y ruin. Colón ¿Y el español, su patrón? Brigada Y el español se echa al sol y se guarda de faenar, del Rocío a San Fermín, en las fiestas de guardar Colón ¡Recio pueblo de algarada, cerrazón, fiesta y botijo! Te razonan con la espada, te asustan con crucifijo y acabas no haciendo nada Brigada Es que en nuestra agricultura son productos de la tierra

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52 el señor feudal y el cura. Exportamos lana y guerra. Si quieres manufactura tienes que irte a Inglaterra Colón País rural e inquisidor. España es país de luto. Brigada Y su producto interior por tanto es bastante bruto. Manuel, desde bambalinas ¡Almirante, el puerto ya lo han dragado. ¡Podemos seguir p’alante! Colón, desencantado, dramático Quizá ya lo hayan abierto. Pero este imperio cerrado nunca llegará a buen puerto. Se queda con la mirada perdida, observado en silencio por el Brigada y el escenario se oscurece, con luz sólo para él. Mientras canta, los marineros van cambiando el escenario a cantina, retirando a segundo plano los aperos del barco y adelantando los módulos de la cantina. DESOLACIÓN Bien sabe el navegante que una esfera es el mar; los imperios de alante son las ruinas de atrás Todo en la Historia es una alucinación… El mundo solo es firme en una Exposición Coro (chicas, vestidas de mesoneras, entrando en el estribillo, con un pequeño baile) Deja, Colón, tanta desolación. Las cosas son como son Montón de gente habla hoy español, y se hace allí el mejor ron

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53 Colón Fue nuestra singladura de cura y militar; otro llevó la usura sobrina del Tío Sam. Todo en la vida es una alucinación: el mundo solo es limpio en una Exposición Colón se va retirando a su esquina a dormitar, mientras las chicas siguen cantando a la vez que recolocan las velas de nuevo como manteles y van poniendo otra vez las botellas y las jarras en las mesas Coro Deja, Colón, tanta desolación. Las cosas son como son Montón de gente habla hoy español, y se hace allí el mejor ron Salsa, bachata y habanos así son, Colón, gracias a ti. La lalalá lalalá lalalá la lalalá lalalá Se abre la escena con Colón sentado en el chiringuito, ambas palmas en la mesa, un vaso y una botella. Bita sale, bandeja en mano, a limpiar mesas y se lleva un susto al ver a ese tío tan tarde. Colón ¡Por la bóveda celeste! Ni en Oeste, Norte o Sur recalé en sitio como éste. Hace una pausa asombrada ¡Barrial fantasmal

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54 de derecha a izquierda! Y ¿por qué está escrito en ese portal de tosca manera “Betis manque pierda. Peña trianera. Bar y chiringuito” Luis, que ha salido a limpiar mesas y le ha escuchado ¡La tranca que trae el gachó! Colón, airado, girándose enérgicamente Y ¿tú, quién eres, fantoche? Luis, para el público La culpa la tengo yo por coger turno de noche. Pues el señor me dirá… Colón ¡Qué te tengo que decir! Soy Colón, el genovés. Yo las Indias vine a unir al río Guadalquivir. ¿Es que acaso no me ves? Luis, resignado, al público Esto se veía venir. Cómo éste… un puñaíto al mes Colón ¿Porfía el fantasma en hablarme? Si trae semblanza de humano hasta donde se me alcanza, ¿Por qué adopta semejanza para más mortificarme, de mesero sevillano? Luis, para sí ¿Será levantisco? Mejor, cuidaíto. ¡Antonio, Fransisco! Salirse un poquito

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55 Salen Antonio y Diego y Luis les hace un gesto para que vean la alhaja que tiene delante. Luego le vuelve a interpelar ¿Qué le pongo… al Almirante? ¿Se le antoja un cafetito? Colón Me pones… ¡De mal talante! El sueño que me retiene me trajo aquí con mal viento Antonio, con retintín en lo de “almirante” Y el almirante… ¿de dónde viene? Colón Vengo… del Descubrimiento. Do llevé mis pabellones el año noventa y dos, la quilla contra el mar crespo, para gloria de Castilla. Diego, intrigado y desconcertado Dice que viene de la Expo… De no sé qué Pabellón… ¡Colocón lleva el gachó! Antonio , dando la espalda a Colón y señalándole con el pulgar hacia atrás Para mi que esta rosquilla no es del fino que yo doy. Según le oyes la coplilla va más puesto de pastillas que los frenos de un convoy Colón, pasando de la agresividad a la nostalgia Cuanto de Indias sacamos en Europa desbaratamos. Manuel Otro llorón. Ya empezamos… Colón Allí el río es mar en caudal La selva en su suelo no cabe. Un ave… una maravilla

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56 Manuel, con guasa Aquí está el Madrid-Sevilla, que, como AVE, no está mal. Colón, ensimismado y ajeno a la chanza ¿Por qué iba al timón de todo siempre la innoble calaña que decía salvar a España pero la ataba con cuerdas Antonio , yéndose. Ya en la puerta se lo piensa mejor y se queda apoyado en el marco, escuchando a Colón. ¡La cantinela de izquierdas! Voy a llenar la quiniela Colón, prosiguiendo, rememorativo Reyes de ambición cegados, ayudados de banqueros… Pausa y prosigue encendiéndose progresivamente se saltaron los controles, se tragaron los dineros y dejaron casi en cueros a todos los españoles. Como plaga que arrasara. Con una ambición sin tasa Manuel, con retintín, poniendo expresión de susto ¡Jesús, qué cosa más rara! Aquí esa cosa no pasa… Colón La riqueza acaparando la justicia eludiendo y el futuro hipotecando. ¡Así íbamos “conquistando”! Maniobras insidiosas de las que testigo soy. Manuel, con sorna No… Pues en la España de hoy ya no encuentra usté esas cosas.

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57 Luis, acercándosele, conciliador Si, fue miajita precaria nuestra faena en América. España es mala empresaria. Lo que se cuece en cocina es lo que se sirve en mesa. España fue allí camarera. Colón, cabreado ¿Qué ladras, vacua sesera? ¡Quítateme de delante! Luis, sin ceder un palmo España entera, Armirante: ¡toda España éh camarera! Ella lleva dónde va Lo mismo que a ella le dejan Si en cocina no renuevan lleva a Indias ropa vieja. Diego Lo que ehtá podrío en Cahtilla, podrido España lo lleva. Y la grassia de Sevilla también se la lleva a América. Manuel, plantándose muy digno y orgulloso En su bandeja hay orgullo y din-nidá y seguera, trahedia de hente pobre y alegría de fiehta. Colón, melancólico, recapitulador Su puñadito de ideas y su fardo de creencias. Su gracejo chispeante. La enormidad de su lengua Antonio, animado al ver que le ha entendido ¡Esso mihmo, mi Armirante! Lo descarga, y ahí lo deja… Luis Trae también lo que dejaron,

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58 esa España camarera, pioneros camareros cuando ellos nos conquistaron: El romano con su puente, la eficassia de su arado, su gran trasso de calssada y su Derecho romano. ¿Él mihmo lo había parido? Todo lo había bebido de lah fuenteh del Oriente y a mano lo sirvió entero el camarero romano. ¡Hasta el mihmísimo Adriano fue emperador camarero! Diego y Antonio, sucesivamente Y el visigodo, y el moro… Colón, pegando un bote en su silla ¡Al moro no lo mentéis que hace en la Historia desdoro! En la crónica cristiana vale más subirse al rey antes que bajarse al moro. ¡Siempre sentado y taimado, y de abulia siempre ahíto! Del trabajo huye cual galgo: lleva siempre un paquetito cuando va de un sitio a otro para hacer que lleva algo. Luis ¡Pero si er moro, Armirante, es el camarero básico! Que hisso aquí un mundo moderno porque de allí trajo el Clásico. Arihtohteleh… Avisena… deshe la India a Corinto ese moro camarero noh trajo lo mejorsito. ¡Y no lo eshó al guardarropa…! lo tradujo y dejó ehcrito pa servirlo con ehmero a todo el rehto de Europa. Antonio ¡Caray con el camarero! Diego

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59 ¡Cuidao con el “paquetito”! Colón, dubitativo, que por primera vez le ha escuchado más atento, como disipando un poco las brumas de la borrachera, se levanta sin decir nada y da unos pasos hasta quedar cara al público, al borde del escenario, con las manos en la espalda. Semblante grave. Silencio dramático. Sin volverse hacia atrás, donde están los camareros, pregunta: Y, si tanto camarero nos trajo tanto esplendor ¿por qué no nos luce el pelo? Luis, con tranquila sencillez, acercándosele desde atrás Porque no es el camarero el que manda o dictamina. Pausa Lo que trae de la cocina lo cocina el cocinero. Pausa Y si el rey cocina mal y tiene de pinche al clero curaos estamos de espantos. No se espere usté buñuelos que habrá duelos y quebrantos Antonio, acercándose No pudimos dar caviar si teníamos frijoles. Manuel, acercándose Llevamos los españoles lo que nos hacían llevar Colón gira dándoles la espalda y se dirige lentamente, hundido, hacia su mesa. Luis le habla mientras el otro se aleja. Luis No fue el ímpetu guerrero quien nos trasladó a esas tierras; no fue el fervor misionero, ni el dinero, ni las guerras. Por el humilde resquicio entre el oro y el acero

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60 de toda aquella campaña, el más extendido oficio ya entonces en toda España dio a España el mejor servicio: Sí. Fue impasible, el camarero, o sea, el hombre anodino, el hijo de vecino de cualquier municipio, con el digno talante con que vas cuando llevas una mano delante porque tienes la otra detrás, firme y pedazo a pedazo, quien trasladó nuestro imperio, sudando, sobreviviendo, combinando con esmero el improperio y la queja, el empujón y el codazo, que es lo que hace el camarero cuando, en medio del bullicio, dando una muestra de oficio, porta firme su bandeja Brigada tira la bandeja con estrépito Colón , que se ha dejado caer de nuevo en su silla y se frota las sienes. Cambia su acento del castellano al sevillano. ¡Qué hago yo aquí y desde cuándo! Se mira con extrañeza la casaca de Colón y empieza a quitársela, descubriendo la camiseta del Betis. ¡Me brinca el coco y me salta y estoy sudando la gota! Brigada, acercándose a ayudarle a despojarse de la casaca, guasón pero solícito Que llevas un rato sobando Antonio, ayudándole también como el brigada Y estabas soñando en voz alta vestido de chirigota Colón, alzando con ambas manos la casaca que le acaban de quitar y observándola con burlona curiosidad ¡Y qué sueñito más raro! Si vierais lo que he soñado, ¡Ay, por los clavos de Cristo!

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61 Brigada Una miajita hemos visto Colón, aún asustado Era indio y extremeño, castellano y genovés. Cruzaba de Huelva a Indias y después iba al revés. De la gloria al desamparo iba como en una noria y más pasmao que un testigo. Antonio, guasón, señalando con la cabeza a Luis No, si éste iba contigo, y se ha montado en tu noria. Di que es profesor de Historia y está aquí porque está en paro. Colón, aún inseguro Un vino. ¡Que me derrito! Bita a Antonio Tráele al señor un vinito Antonio , gritando hacia la cocina ¡Vino y media de coquina para irlo trajinando! Brigada, secando un vaso ¡Marchando! ¡Oído cocina! Empieza la música de la habanera, con el piano. Todos van entrando por grupos o por parejas, y se quedan de pié, cantando. HABANERA DE LOS DOS MUNDOS Ay, vieja España, con tu osadía cruzaste un día el ancho mar: Con ese sueño que guía tu rumbo un nuevo mundo fue a despertar. Tierra de luz, oro y maní

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62 un paraíso que el buen Dios quiso poner allí. Yo ví nacer una ilusión: lo que surgía nos volvería una gran nación España enjuta de patio blanco Indias de brumas e inmensidad: Nos hizo el mundo un lugar mestizo juntando orillas del ancho mar. Tierra de luz, oro y maní un paraíso que el buen Dios quiso poner allí. Yo ví nacer una ilusión: lo que surgía nos volvería una gran nación Luego la Historia y sus sacudidas nuestras orillas volvió a alejar ¡Qué pequeñitas son nuestras vidas a los dos lados del ancho mar! FIN